Doctor Sueño

Crítica de Matías Lértora - Cines Argentinos

Muy pocas veces se da que una película iguala (o supera) a su libro de origen, y Doctor Sueño es una de esas muy contadas excepciones.
En 2013 salió a la venta la novela, muy esperada tras su inesperado anuncio en 2009 cuando Stephen King dijo que estaba trabajando en una secuela de The Shining.
El libro es muy bueno y cumplió con las expectativas, abrió ese universo de una manera muy interesante.
La película era una obviedad y tardó un poco en llegar. Y -no- casualmente lo hace en la nueva época de apogeo de adaptaciones de King.
Desde la gráfica y trailers la están vendiendo como una secuela de El Resplandor (película) y está muy bien que así lo hagan, es un gran gancho, pero a la vez genera una gran incógnita para los que leímos los libros.
Es sabido que King odió la adaptación que hizo Stanley Kubrick en 1980 por varias razones, pero una de ellas son los cambios que hizo.
Y justamente dos de esos cambios eran los que nos llenaban la cabeza de preguntas:
En la película el personaje Dick Hallorann moría de un hachazo a manos de Jack Torrance cuando en el libro no. Y por otro lado el Hotel Overlook era destruido en la novela, pero en la película no se dice nada al respecto.
Bueno, el guionista y director Mike Flanagan encontró la solución perfecta, una que sirve tanto para el libro como para la película.
Con esa data arranca Doctor Sueño, y con una recreación perfecta y homenaje a Kubrick, algo que se repetirá varias veces.
La película cumple como exponente de su género, pero no llega a ser muy aterradora, lo mismo sucedía en el libro.
O sea, tiene un par de escenas que pueden asustar pero no mucho más que eso. Prima el suspenso y el desarrollo de los personajes.
Flanagan crea un gran clima y resuelve bien las cuestiones ya mencionadas, pero no innova en narración ni puesta en escena.
Ewan McGregor está muy bien como Danny Torrance. El tipo es un protagonista nato y el director se para mucho en él.
Aquí compone una versión un tanto más edulcorada y más ATP que la del libro.
El resto del elenco está muy bien. Rebecca Ferguson tiene mucha presencia, pero queda como una villana sin muchos matices.
En cambio, la joven Kyliegh Curran brilla en su rol.
El film pasa rápido pese a sus casi dos horas y media y es entretenimiento del bueno, aunque no asuste mucho.
Los fans deberían sentirse satisfechos y el espectador ocasional pasará un buen rato en el cine y se le dispararán preguntas que podrán ser saldadas en la obra de King.
En definitiva, uno de los estrenos más esperados de 2019 que supo estar a la altura de semejante legado.