Doctor Sueño

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Basada en la novela de Stephen King de 2013, Doctor Sueñoencuentra en Mike Flanagan al guionista y realizador ideal para plasmar el universo pesadillesco y de peligro inminente que tiene el libro. El creador de Silencio; Somnia: Antes de Despertar y Ouija: El Origen del Mal, entre otras, enhebra con precisión narrativa una atrapante puesta en escena entre el enloquecido y fantasmagórico ambiente de El resplandor y esta continuación que es una suma de todos los miedos y horrores imaginados por King.

Doctor Sueño comienza en Florida en 1980 y salta a New Jersey, en 2011, con un adulto y abatido Danny Torrance -un impecable Ewan Mc Gregor- sumergido en el alcohol debido a los acontecimientos vividos de pequeño junto a su familia en el Hotel Overlook. Con su habilidad psíquica oculta conocida como "el resplandor" decide mudarse a Frazier y con la ayuda de un amigo -Cliff Curtis- consigue trabajo en una asilo de ancianos a los que tranquiliza para que puedan "partir" en paz. 

En el altillo que lo cobija hay manifestaciones sobrenaturales y se conecta con Abra -Kyliegh Curran, una grata sorpresa- la pequeña con poderes y cuyo "resplandor" es mucho más poderoso. Y hay una comunidad nómade de seres sobrenaturales vampíricos liderada por Rose, la chistera -Rebecca Fergusson, muy acorde en el rol de villana- que busca a pequeños para poder insuflar su fuerza vital para mantener eternos.

El mundo de King aparece en todo su esplendor a lo largo de toda la historia: niños desaparecidos como sucedía en It!; maizales y rutas desoladas como en Los niños del maíz; el "Mal" que ingresa por la ventana al hogar de Abra como plasmaba La hora del espanto y la presencia de fantasmas que vuelven y aconsejan, gatos incluídos, como en Cementerio de animales. Todo está allí dispuesto para que Flanagan encienda el andamiaje de esta moderna pesadilla cotidiana en la que la conexión entre las diferentes partes empuja a los personajes a una persecución sin descanso hasta el esperado enfrentamiento final que tiene al abandonado hotel Overlook como el escenario ideal.

A lo largo de dos horas y media que nunca decaen, el relato hace gala de situaciones que mantienen la tensión -la trampa en el campamento y la escena de la camioneta- y privilegian los climas antes que el susto fácil o los sobresaltos. "Nadie resplandece como tú" le dicen a Danny que todavía arrastra los miedos de la infancia y atraviesa un standby emocional.

La película no se separa demasiado de la novela en su primera parte y aprovecha para recrear momentos de El resplandor en el final. Aparece la icónica escena del baño, el recordado laberinto del final del filme de Kubrick y un Jack Torrance que atiende a su hijo Danny el bar del hotel. Pasaron muchos años, el lugar cerró sus puertas pero la mente abre otros recovecos sobrenaturales y trae a los espectros de antaño.