Doctor Strange en el multiverso de la locura

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Dr. Strange en el multiverso de la locura (Doctor Strange in the Multiverse of Madness, 2022) es como un Especial de Noche de Brujas de Los Simpson. Estos episodios que la serie animada tiene en todas sus temporadas desde la segunda tienen una libertad y un verosímil diferente al resto de la serie. Por lo pronto, pertenecen casi siempre al género terror. Dr. Strange 2 es el primer film del Universo Cinematográfico Marvel que podría y debería encuadrarse dentro del cine de horror. Desde el título remite al universo de H.P. Lovecraft y su libro En las montañas de la locura (At the Mountains of Madness, 1931) la película coquetea y finalmente se sumerge en el cine de terror. Si eso es responsabilidad de su director, Sam Raimi, no es algo seguro, pero sí está claro que él pone sus elementos. Basta recordar la presencia en dos escenas de su actor favorito, Bruce Campbell, citando nada menos que a la serie de Evil Dead.

La película sigue la fórmula nueva que está de moda: el multiverso. La demagogia que los fans están pidiendo y reciben con euforia. Las muchas sorpresas que estas narraciones permiten son infinitas y al mismo tiempo obvias y simples. Series animadas como Futurama y Family Guy probaron de forma divertida este concepto. Es de esperarse que muchos otros títulos jueguen al multiverso, algo que absolutamente cualquier película o serie con personajes ya probados puede realizar. No hay mucho razonamiento, solo hay regalos para la platea. Ya no hablamos solo de la intertextualidad con las veintisiete películas anteriores, sino también con las series, en particular WandaVision en este caso, pero también otras series que no mencionaremos para no anticipar la trama. Strange (Benedict Cumberbatch) y Wong (Benedict Wong) pelearán contra The Scarlett Witch (Elizabeth Olsen) y aparecerá una nueva heroína, America Chavez (Xochitl Gómez) que hace su debut en una película de acción en vivo, aunque su origen en los comics tiene más de una década. El personaje de Chavez es un papelón progresista que no tiene la más mínima gracia. Felicitamos a la joven latina con dos madres, pero lo que importa es la trama y ella es un personaje horrible.

A la película le cuesta encontrar el rumbo más allá de las referencias, los chistes y los guiños. Para los fans, tal vez alcance, para un espectador no experto, es evidente que se trata de una historia incompleta que no tiene vida si no se la relaciona con otros títulos. Sin embargo, como si fuera un Especial de Noche de brujas de Marvel, la película tiene momentos sangrientos, impactantes por su violencia y el tono se tuerce hacia el cine de terror en muchos momentos. Allí la película encuentra un tono y una personalidad que ojalá hubiera tenido desde el comienzo. La escena inicial, que es también el clímax, transcurre en ese universo feo de cosas que flotan propio de la era Marvel. Dr. Strange en el multiverso de la locura apenas aprovecha el festín que le deja servido el concepto de universos alternativos. Y tampoco es tan divertida como, por ejemplo, Spider-Man: Sin camino a casa.