Doctor Strange en el multiverso de la locura

Crítica de Elian Aguilar - Cultura Geek&Pop

Doctor Strange en el Multiverso de la Locura: magia y locura multiversal

La cosa se puso complicada en el multiverso del MCU

La cuarta fase de Marvel en el cine empieza a ramificar y definir su rumbo, y entre tantas IPs nuevas vuelve una cara conocida: el Dr. Stephen Strange. El tordo, junto a Wanda Maximoff, el Hechicero Supremo Wong, su ex novia y una nueva cara joven van a adentrarse en la parte más oscura del multiverso en Doctor Strange en el Multiverso de la Locura.

¿De qué va?
En Doctor Strange en el Multiverso de la Locura de Marvel Studios, el Universo Cinematográfico de Marvel (MCU por sus siglas en inglés) se adentra en el Multiverso y amplía sus límites más que nunca. El film presenta un viaje a lo desconocido con Doctor Strange, quien, con la ayuda de aliados místicos nuevos y otros ya conocidos por la audiencia, atraviesa las alucinantes y peligrosas realidades alternativas del Multiverso para enfrentarse a un nuevo y misterioso adversario.

Y entonces, sucedió. La tan esperada segunda parte de la franquicia de la pata mágica más fuerte del MCU ve finalmente la luz. Se prometió que iba a ser la primera película de terror de todo este universo, y luego de que el director de la original diese el portazo, se buscó a quien pudiese cumplir con tan loable tarea: el señor Sam Raimi.

El director de Evil Dead, Darkman, las Spider-Man de Tobey Maguire o de Drag me to Hell venía un poco de capa caída luego de extrañezas como Oz the Great and Powerful que en 2013 fue su último opus como director en salas. Tenía frente a él la difícil tarea de aportar una visión algo bizarra a un esquema de producción fordiano que poco espacio deja al artista.

Sin embargo, la segunda parte de Doctor Strange, tiene muchos atisbos de la mente de Raimi. No se le puede pedir mucho más a un sistema productivista como el que pergeñó Kevin Feige… El nivel de violencia (siempre en los límites Disney) recuerdan más a Captain America: Winter Soldier que a otras producciones más vainillas del MCU.

¿Es mega sangrienta y gore cómo muchos de los trabajos de Sam Raimi? Obvio que no, pero quienes consumen sólo productos Disney van a tener momentos de sustos reales y algo de asquito.

Vamos a surfear la ola del spoiler y contar sobre lo que se puede: es tanto una película sobre Strange como sobre Wanda. ¿Es necesario haber visto WandaVision antes de encarar este relato? Un poco bastante sí.

Las consecuencias del final de su serie la dejaron en un lugar de conocimiento que va a ser utilizado por Stephen ante la aparición de un ser capaz de viajar a través del multiverso, algo en lo que mucha gente quiere reclamar como propio.

La protección de ese ser va a llevar a los protagonistas por un camino multiversal con algunas sorpresas y muchas situaciones alocadas,

La película comienza extraña, los efectos visuales parecen no maridar con el ambiente y todo es una conjunción de luces de colores y sonidos que inundan la pantalla. A medida que el relato avanza se empieza a afianzar la búsqueda del director y su visión, haciendo que las cosas tengan más sentido.

Hay cameos para tirar al techo… pero PARA MIIIIIIIII hay cierto agotamiento que lleva a no emocionarse tanto con los personajes que aparecen que son MUY IMPORTANTES para el universo de los comics. También es importante mirarse la serie animada What if… de Disney+ para entender ciertas cosas.

Doctor Strange en el Multiverso de la Locura es una muestra de que se puede indagar en otras fórmulas. Es cierto que no puede salirse mucho todo de la ciencia de la Coca-Cola que diseñaron Feige y compañía, pero la figura de un director de peso y renombre como Sam Raimi “obligan” a la Casa de las ideas a irse un poco del camino amarillo que tantas dádivas le redituó estos años.

Con un guion algo enrevesado, que tiene varias arbitrariedades, su fuerza radica en imágenes poderosas que bucean en elementos terroríficos y carnavalescos que insuflen de nueva energía y permiten soñar con un futuro de relatos diversos y extraños… como el mundo de los comics.