Doctor Strange en el multiverso de la locura

Crítica de Damián Aspeleiter - Revista Meta

Doctor Strange en el Multiverso de la Locura (Doctor Strange in the Multiverse of Madness,Sam Raimi,2022) es la nueva película de Marvel que llega al cine y trae como atractivos la utilización del concepto de Multiverso que se introdujo en Spiderman No Way Home y la vuelta al cine de superhéroes del director Sam Raimi y lo bueno que se puede decir de esto es que ambos recursos ofrecen lo que uno esperaba de ellos. El multiverso nos aporta elementos que enriquecen a la trama y que de alguna manera satisfacen a los fans de este género de películas. Por su parte Raimi aporta su toque, haciendo evidente que estamos ante el trabajo del director, el dinamismo, el montaje y la forma de construir la película de forma muy entretenida, sumado a momentos de terror son sellos del director que lo caracterizan y se agradecen.

La película en si es una secuela directa de las series de Marvel Wandavisión (2021) y de What if…? (2021). Pero para aquellos que no siguen las series de Marvel no es imprescindible haberlas visto para comprender la trama. La película comienza in media res presentándonos a una variante de otro universo del Doctor Strange luchando contra una entidad demoniaca que quiere adsorber los poderes de una joven cuya única salvación es trasladarla al universo que conocemos de las películas donde el hechicero supremo de esta realidad deberá protegerla y ayudarla a combatir a las entidades demoníacas que la persiguen ya que toda la realidad depende de eso.

En esta película volvemos a encontrarnos con la galería de personajes que forman parte del entorno de Strange, Christine, Mordo y Wong, quienes juegan un papel importante en la trama y ayudan a hacerla avanzar. El personaje nuevo: América Chávez, es la pieza clave de la historia y aunque por momentos juega el rol de dama en peligro es capaz de valerse por sí misma siendo también la guía moral entre lo que es correcto y el pragmatismo del hechicero.

Hace su presentación en live action el personaje de Joey Casey, pero con una versión acotada de sus poderes, lo cual es clave para darle la importancia que se merece sin convertirla en un personaje «Mary sue. La presentación de este personaje es clave para la historia que pretende contarnos Raimi y para el futuro del UCM. Si bien la película usa el recurso de los multiversos y las variantes paralelas de los personajes para introducir los cameos no son estos el atractivo de la película ya que la historia avanza independientemente de ellos y eso es un punto a favor de un guion que le da funcionalidad a cada personaje y concepto que nos presenta, nada de lo que vemos en pantalla atenta contra la historia o no tiene razón de ser.

Durante años se ha escuchado críticas contra el UCM en las cuales el argumento era falta de «buenos villanos» pero lo cierto es que el fuerte de Marvel está en sus héroes, en la humanidad de los mismos ya que esa fragilidad los hace pasibles de verse tentados o corrompidos, mostrando enormes posibilidades. Muchas veces se ha dicho que DC presenta dioses caminando entre humanos y que Marvel nos presenta a humanos en situaciones extraordinarias, pues bien, esa humanidad es lo que les da a estos personajes un costado oscuro que los hace prescindir de grandes villanos ya que el conflicto entre tener grandes poderes y no poder usarlos en beneficio propio lleva a tentación y el caos. Esta película nos presenta a Scarlet Witch como un verdadero villano, implacable, brutal y capaz de dar miedo. Además de tener un desarrollo como personaje que nos permite comprender sus motivos.

El trabajo de Raimi le da a la historia un ritmo que no permite tiempos muertos ni lugar para el aburrimiento. Esta segunda película sobre el hechicero supremo si bien es dinámica se da tiempo para construir a los personajes. La edición y el montaje no nos ocultan que estamos ante un trabajo del director de Evil Dead (1981).

Al igual que en su antecesora la música de Danny Elfman logra envolver las escenas, dándole un clima entre terrorífico y épico que juega muy bien con la trama. Esta es una película de alto perfil así que, sobre la fotografía, el diseño de producción, los vestuarios y los efectos visuales basta con decir que están más que a la altura de lo que se espera, porque es una obviedad y por quienes son los profesionales involucrados en este trabajo.

Doctor Strange en el Universo de la Locura es una película bien construida, con una dirección correcta, buenas actuaciones y una trama bien construida en la que los personajes pueden desarrollarse. Es entretenida, violenta, emocionante y por momentos logra poner al héroe en una sensación de peligro.

Si hay algo que las películas de superhéroes no han logrado generar es que el espectador sienta miedo por los protagonistas, salvo tal vez en Vengadores: Infinity War (Avengers: Infinity War, Anthony Russo y Joe Russo, 2018) ninguna de las películas de personajes de DC o del UCM han transmitido esa sensación, uno siempre guarda la esperanza de que el héroe de alguna manera va a conseguir vencer sin lastimarse demasiado. Bien, en esta película la construcción realizada por Raimi lo logra.