Dóberman

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Una mujer de clase media suburbana espera a su hijo –que anda en el auto con el perro del título- contándose chismes por teléfono con una vecina y preparando el tuco de los tallarines. Entonces aparece una vecina en bicicleta, obesa y con cierta lentitud mental producto de evidente sobredosis de pastillas. La charla entre ambas es toda esta película basada en la obra teatral homónima de la directora del film, también interpretado por las actrices de la puesta original, Maruja Bustamante y Mónica Raiola.

“Doberman” es teatro filmado, mitigado por correctos rubros técnicos, especialmente un montaje que se las arregla bastante bien para darle cierto dinamismo visual a la verborragia incesante. La historia se va decantando de a poco, lo que vuelve larga una película que dura poco más de una hora, y las cosas recién se van calentando hacia el final luego de que ambas dan vueltas alrededor de un conflicto latente.