Divergente

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Un lugar en el mundo

La película de acción está ambientada en un futuro post-apocalíptico y se basa en el best-seller de Verónica Roth, que continúa con los libros "Insurgente" y "Leal". Apuntada claramente a un público adolescente y próxima a convertirse en una nueva saga como Los juegos del hambre, Divergente se sitúa en Chicago, donde la sociedad está dividida en facciones según la personalidad de cada individuo: Verdad, Abnegación, Osadía, Cordialidad y Erudición.

La adolescente Tris Prior (interpretada por Shailene Woodley, de Los descendientes) busca su lugar en este caótico mundo y su personalidad difiere de todo el resto, por lo tanto nunca encajará en ninguno de los grupos.

La película sigue el entrenamiento al que es sometida cuando ingresa en "Osadía", las pruebas y desafíos (saltar desde un tren en marcha o directamente arrojarse al vacío sin saber lo que hay en el fondo) que tiene por delante, pero no se siente cómoda en esa facción hasta que descubre una conspiración que intenta eliminar a todos los "divergentes", aquellos que se oponen al sistema manejado por Kate Winslet. Para salvarse y salvar a aquellos que ama (madre incluída encarnada por Ashley Judd) tendrá que confiar en Cuatro (Theo James) y derrotar al enemigo.

El director Neil Burger (El ilusionista, Sin límites) prioriza las panorámicas de una ciudad devastada que sólo permite a las personas ser a una "sola cosa" y no otra, cuando la joven heroína descubre que es una Divergente. La película no ofrece sorpresas y se vuelve tediosa en su primer tramo, ganando interés en los minutos finales cuando el complot se poner en marcha, entre enfrentamientos y persecuciones.

No hay mucho más en este relato que "borra" las mentes de las personas y las somete a un juego que promete más andanzas de una heroína que, en lugar de arco y flecha, tiene arma y destreza para la lucha. Shailene Woodley es lo mejor de esta entrega y Winslet queda desdibujada como la villana de turno.