Divergente

Crítica de Ana Manson - Toma 5

Discípulos de Katniss

En una época donde las sagas sobre futuros distópicos están a la orden del día, llega esta nueva adaptación de una novela para jóvenes adultos, género literario que la viene rompiendo desde Harry Potter.

Divergente es el primero de tres libros de la escritora estadounidense Veronica Roth, y su versión para pantalla grande llega con una entretenida propuesta para casi todas las edades, especialmente su público target; el teen. Pero se deja disfrutar por adultos también, con un sólido trasfondo político, e incontables escenas de acción.

En un futuro post-guerra, la sociedad se ha organizado en facciones, en pos de mantener la paz. Esta justificación es -como siempre en estos casos- bastante relativa, y la protagonista del film será la encargada de sacar a la luz las verdaderas intenciones de este sistema.

Al igual que en Los Juegos del Hambre, será una adolescente común la que llevará la bandera de la resistencia, sin siquiera proponérselo. Todo empieza cuando Beatrice debe tomar el test para decidir a qué facción pertenece, y sus resultados no son concluyentes. Su personalidad determina que no puede ser encasillada en ninguna categoría, y esto la convierte en una “Divergente”. Por supuesto, esto quiere decir que es peligrosa para la sociedad y el sistema que la mantiene funcionando, ya que no puede haber fallas. A partir de ese momento, “Tris” (tal es el nuevo nombre que adopta la protagonista) deberá hacer lo necesario para sobrevivir, a la vez que mantener todo lo que le importa.

Como en toda adaptación, los detalles nos son relevantes a la hora de armar el guión, y la historia fluye a un ritmo frenético, sin lugar para cuestionarnos nada. Pero a diferencia de otras adaptaciones, donde la lectura previa del libro original es clave para seguir la trama, el argumento de la película se entiende a la perfección para todos aquellos que van a verla sin ninguna información previa, y el despliegue visual ayuda al relato.

La banda de sonido merece una mención aparte, supervisada por el genio de Hans Zimmer (responsable de la música de clásicos como El Rey León y Piratas del Caribe, y de nuevos éxitos como Inception y la trilogía The Dark Knight).

En su conjunto, es una buena película. Que si bien cuenta una historia que no se destaca tanto por su originalidad como por su buen ritmo y actuaciones, cumple con entretener y a la vez construye una crítica social cada vez más presente en el cine actual.