Distancia de rescate

Crítica de Carolina Taffoni - La Capital

La amenaza de los peligros invisibles

Entre tantas series efectistas y thrillers artificiales ejecutados a medida de los algoritmos, a veces Netflix estrena algunas películas que no responden a la narrativa y la estética mainstream, y eso es muy bienvenido. En esa rara categoría entra justamente “Distancia de rescate”, la cuarta película de Claudia Llosa que tuvo un estreno muy limitado en cines y que el miércoles 13 llega a la plataforma. La directora peruana, que sorprendió en 2009 con “La teta asustada” (ganadora del Oso de Oro en Berlín y nominada al Oscar), se arriesgó acá a filmar una novela que parecía inadaptable: “Distancia de rescate”, la nouvelle de la argentina Samanta Schweblin que fue un éxito editorial y recibió varios premios.

Ya desde las primeras escenas, la película genera una suerte de extrañeza: se escucha la voz en off de una mujer que está agonizando y dialoga con un niño. Alguien (¿el niño?) la arrastra por un bosque de hojas húmedas. La mujer, entonces, empieza a recordar los acontecimientos que vivió en los últimos días. Ahí es cuando se presenta Amanda (la actriz española María Valverde), una de las protagonistas. Amanda llega a un pueblo del interior de la Argentina con su pequeña hija Nina para pasar las vacaciones. Apenas se instalan reciben la visita de Carola (Dolores Fonzi), una vecina gentil y un poco entrometida que también es madre de un chico algo mayor que se llama David. A medida que pasan los días las mujeres se convierten en compinches, pero algo se enturbia cuando Carola le confiesa a Amanda un secreto: su hijo sufrió una severa intoxicación cuando era pequeño, y ella, en la desesperación, recurrió a una curandera que rito mediante le salvó la vida. Sin embargo, a partir de ese momento, David ya no fue el mismo: el chico se volvió hosco, casi intratable, y la relación madre-hijo se arruinó para siempre. A Amanda le cuesta mucho entender esta situación. Ella es todo lo contrario: una madre muy vigilante y protectora. La “distancia de rescate”, explica ella, se refiere justamente a eso: es la distancia que separa a una madre de su hijo cuando este puede encontrarse en peligro, es un hilo invisible que permite reaccionar para evitar un accidente.