Directo al corazón

Crítica de María Inés Di Cicco - La Nueva Provincia

De Al Pacino, un gran elenco y las oportunidades

El guionista y productor Dan Fogelman debuta como director con “Directo al corazón”, una historia de inspiración real, con un potencial poco aprovechado.

Inspirada en una historia real, Directo al corazón cuenta con Al Pacino en el protagónico y eso no es cosa menor.

La carta de presentación se prestigia aún más cuando el cartel enuncia a Annette Benning, Christopher Plummer y Michael Caine.

También están Jennifer Garner --un número puesto cuando se trata de comedia--; Bobby Carnavalle, con muchos secundarios y un par de series televisivas en su haber; y Josh Peck, un muchacho que creció en la comedia como protagonista de Drake y Josh, de Nickelodeon, una suerte de "Laurel y Hardy" juvenil que compartió con Drake Bell y Amanda Crosgrove.

La sola presentación de este reparto resulta tentadora; al cinéfilo lo motiva y al curioso le tienta ver qué hizo con tamaño recurso actoral Dan Fogelman, director debutante, aunque productor y guionista reconocido por títulos como Ultimo viaje a Las Vegas, Loco y estúpido amor, Enredados y varias series de TV.

Hizo lo esperable: una película sobre las segundas oportunidades, emotiva, risueña, agradable, con situaciones y diálogos que permiten el lucimiento de figuras de merecido respeto, pero que --lamentablemente-- no evita esos sitios que marcan la diferencia entre un título inolvidable y una película más.

La trama

Al Pacino interpreta en este cuento a Danny Collins, un rockero que estuvo en la cumbre de su fama en los 70´s y quien, como muchos, escribió canciones que el mundo adoraba, pero nunca las que quiso escribir.

Como esos tantos, él se mantuvo narcotizado por la gloria y los excesos, pero ya en los peldaños de la denominada tercera edad, una nueva sensación lo desencaja: el riesgo de convertirse en un ícono ridículo.

"¿Viste las viejas que estaban en la primera fila?", le inquiere a su representante (Plummer). "No puedes elegir a tus fans", le responde el hombre en una bajada a tierra fatal para el ego del artista.

Es este compañero de ruta quien encuentra el salvoconducto: una carta enmarcada, fechada 40 años atrás, enviada a Collins por John Lennon como devolución de una entrevista, pero que nunca llegó a sus manos.

"Permanece leal a ti, leal a tu música", decía entre los párrafos que, quizás, hubieran cambiado el destino del protagonista.

Si las palabras del ex Beatle y símbolo de la lucha por la paz resultaron inspiradoras para generaciones enteras, cómo podrían no conmover a este sujeto que había olvidado el camino de vuelta al hogar, los afectos y las cosas simples que alimentan el día a día. Y nadie dice que cuatro décadas después es tarde para recordarlas.

Conclusión

Directo al corazón es la clase de película de objetivo explícito , literal en la traducción de su título para el mercado latinoamericano.

De hecho, llega y pega, aunque se va dejando una sensación tibia, que no alcanza para imprimir sello alguno. Fogelman, parece, no aprovechó una regia oportunidad.