Dioses

Crítica de Adolfo C. Martinez - La Nación

Secretos en una familia de clase alta peruana

Diego y Andrea, hijos de un acaudalado empresario, transitan sus horas entre alegres amigos, bailes y fiestas. Pero entre ellos hay un secreto bien guardado: Diego está enamorado de su hermana y ella, por su parte, tiene sus propios problemas que esconder. Agustín, padre de ambos, llevó a su rica mansión a Elisa, su nueva novia, 20 años menor que él, y de una condición económica más humilde.

Elisa tendrá que aprender rápido a vivir en ese mundo artificioso si se quiere convertir en la dama de sociedad que siempre quiso ser, en tanto que Diego sufre íntimamente que Andrea viva de amorío en amorío y de sexo sin compromiso. Esta historia pretende reflejar a una familia atrapada en los rígidos mecanismos sociales de la clase alta peruana donde los personajes actúan como dioses más allá de las reglas, de la moral y de la decencia. El director y guionista Josué Méndez intentó dar así una profunda mirada a esos hombres y mujeres que conviven entre lo frívolo y lo hermético, pero tropezó con un guión que carece de fuerza dramática y se pierde entre las enredadas madejas de diálogos repetidos y situaciones morosas. Poco es lo que queda por rescatar de esta trama que, lentamente, va insertándose en lo monótono de las aventuras y desventuras de sus personajes centrales y del coro que los rodea.

El film decae a cada momento por su falta de hondura. Tampoco el elenco supo compenetrarse de sus respectivos papeles y los rubros técnicos no pasaron tampoco de la mediocridad.