Dinosaurios

Crítica de Santiago Balestra - Alta Peli

Una correctamente ejecutada producción animada

La animación actualmente da para todo: distintas historias, distintos presupuestos, distintas formas de hacer. Si bien las producciones de Pixar se han vuelto un sinónimo de calidad, es necesario hacer menciones de aquellas producciones que si bien nunca llegarán a esos estándares no se puede negar que demuestran un dominio al menos correcto de la narrativa. Y eso es decir mucho en un formato cuyos resultados más endebles se deben casi siempre a que las ganas de asombrar con las imágenes le ganan la pulseada al simple, y necesario, trabajo de tener una historia -–no tanto solida, sino coherente—en el papel.

¿Cómo está en el papel?

Ernie, un niño fanático de los dinosaurios y muy proclive a romper las reglas como cualquiera, se mete en una máquina del tiempo construida por el padre científico de su mejor amigo. Un accidente provocado por una gaseosa hace que los dos niños –-mas la hermana de Ernie– viajen 65 millones de años atrás, donde son “adoptados” por una mamá dinosaurio que los confunde con sus crías. Ahora deberán encontrar la manera de volver a su tiempo, al mismo tiempo que sortear la amenaza de un dinosaurio rival.

El de Dinosaurios es un guion correcto. No va a ganar ningún premio, ni va a sorprender con giros de guion inesperados. La estructura narrativa está bien distribuida, los conflictos son decentes, el desarrollo de los personajes es lógico –cada uno con su idiosincrasia–, y trata de dejar una enseñanza sobre la familia, la responsabilidad y el balance en la disciplina entre padres e hijos. Resumiendo, un guion que se conforma con ser adecuado.

¿Cómo está en la pantalla?

La animación y el diseño de personajes son correctos. Lo que suma puntos, y hace llevadera la película, son los movimientos de cámara y el dinamismo que le saben imprimir al montaje. Pero también, todo bastante estándar.

Conclusión

Dinosaurios es una correctamente narrada producción animada que no va a sorprender por la originalidad de su historia o su destreza técnica, pero el pulso narrativo está lo suficientemente bien sostenido para que el espectador no se aburra. No tiene destino de clásico, pero cumple con lo justo su propósito de entretener.