Diletante

Crítica de Marcelo Cafferata - Revoleando Butacas

¿Qué querés ser cuando seas grande? Diletante

"Diletante" es la Opera Prima de la directora Kris Niklison quien es conocida principalmente por su trabajo como coreógrafa y puestista en Europa y en nuestro país. En su debut en el cine, plantea este documental desde una premisa tan simple como encantadora: la mera observación de la vida de su madre, Bela Jordán, de una envidiable vitalidad a sus jóvenes 80 años, quien vive sola en una estancia familiar a orillas del Río Paraná.

Indefinible personaje, extraña mezcla de viuda aristocrática-terrateniente y filósofa bohemia, dedica su tiempo a sus placeres cotidianos: leyendo un libro, armando un rompecabezas de 2000 piezas o yendo con su tractor a hacer las compras al pueblo, navegando en internet o jugando en su computadora al solitario.

Mientras tanto, la cámara silenciosamente la acompaña, la escucha y ella se brinda enteramente al gozo del diálogo/monólogo, desgranando diversos conceptos de su vida, de su filosofía y su manera de ver las cosas, de su pensamiento extremadamente lúcido/lúdico y un sentido del humor francamente envidiable.

Se enorgullece, entre otras cosas, de no haber entregado nunca su tiempo a la sociedad de consumo y enarbola las banderas de una vejez como “la época más linda de su vida”, una etrapa de pleno disfrute, de gozo, de plenitud en todo sentido. De libertad.

Y no solamente la iremos conociendo a través de sus pensamientos, sino que la cámara se va a ir deteniendo en esos pequeños detalles y objetos que forman parte indisoluble del universo de Bela.
Imágenes que arman el propio rompecabezas de este querible personaje -como un juego de espejos: mientras ella arma los otros rompecabezas como divertimento-: sus anteojos, una lupa, sus largavistas, la radio. También integran este universo tan particular, objetos que uno no pensaría de uso común para una persona de su edad viviendo en el campo: mensajes de texto por celular, su notebook, el dvd, su tractor que maneja displiscentemente y hasta una sierra eléctrica.

La vitalidad con la que se expresa es deliciosa y a los pocos minutos nos parecerá conocer a Bela de toda la vida y con ganas de saber más de su quehaceres cotidianos.
Sus acompañantes de ruta en este momento son su mucama Cata (a la que no vemos pero si escuchamos en los diálogos con Bela) y el peón de su estancia, un hombre aislado que a diferencia de la mucama, la cámara lo descubre pero desconocemos su voz. Bela, irónicamente, lo describe más como un objeto a quien estudia pero no logra comprender (y si, evidentemente es más fácil operar con computadoras y objetos electrónicos que tratar de entender al ser humano mismo!).

Cada pensamiento que comparte con la cámara es de una lucidez tal, de una singular vitalidad que construyen una invitación a repensar este tramo de la vida. Muchas veces dicho, pero nunca mejor ejemplificado que aquí en "Diletante": la juventud no es más que una simple cuestión de actitud.

¿ Y qué querés ser cuando sea grande?: Diletante. Igual que Bela.