Diletante

Crítica de Jose Luis De Lorenzo - A Sala Llena

Partiendo de los coloridos festejos en Amsterdan de ruidosa gay parade, la directora debutante Kris Niklison vuelve a su país natal, a la incomparablemente tranquila residencia sita en Sauce Viejo, de y con su madre, Bela Jordán.

Allí el diálogo madre-hija, o cuasi monólogo Bela, abarca casi una vida íntegra, vivencias, recuerdos, en un film documental donde Kris, detrás de cámara, esboza comentarios para permitir el fluido de las conversaciones entre ella, su madre, una mujer que ayuda con las tareas diarias y un hombre que realiza changas.

Los bienvenidos relatos de una persona mayor, octogenaria, agil y graciosa, genera admiración la mujer que ha vivido lo suficiente y dichosa de ello, se presenta frente a cámara para relatar sus pérdidas y ganancias, las peripecias luego del fallecimiento de su esposo, dar lección sobre cómo seguir adelante tras sucesos varios en la vida, aconsejar.

El tono en los que Bela se explaya, en parte no han sido de mi agrado, hay indicios de soberbia, un trato hacia su criada de dudosa interpretación.

La cámara observadora de Kris da lugar a plantear la semejanza con la estructura de un film casero, hogareño, con utilización de la naturaleza como separador entre las conversaciones.