Diario de Ana y Mía

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

Diario de Ana y Mía es un particular título que no se refiere a un par de mujeres que se llamen así, sino a la condensación de dos inquietantes palabras: anorexia y bulimia. El film debut de la directora de fotografía Alejandra Martín (El Vestido de Paula De Luque) aborda aquí un universo casi desconocido: el de las mujeres que padecen estos síndromes y la manera en la que tratan de salir de ellos o por el contrario, entregarse sin reparos a sus peores síntomas. Para acercarse con mayor certeza e ingenio a esta problemática, la realizadora investiga en imágenes y testimonios a un puñado de chicas que forman parte de una comunidad bloguera. Un oscuro rincón de la Web que precisamente se denomina Ana y Mía, y que engloba a miles de mujeres, autodenominadas paradójicamente “princesas”, y que atraviesan, en distintas etapas y gravedades, su condición de “Anas” o de “Mías”. Un sitio de Internet o suerte de reducto místico en el que sus adeptas no sólo confiesan debilidades, miserias y padecimientos, sino que llegan a establecer “mandamientos” cuasi religiosos acerca de su devoción a reglas que atentan contra su salud y su propia vida. Confesiones de chicas casi anónimas que a su vez deslizan un velado o directo cuestionamiento a una sociedad de consumo cuyos patrones de moda, alimentos, bebidas o accesorios tienden a exacerbar una utópica y muchas veces falsa imagen femenina. Un creativo, revelador y muy bien rodado y editado trabajo fílmico, acompañado por un sensorial aporte musical de Pablo Trilnik.