Diana

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Diana resultó una película decepcionante por la manera en que se abordó el tratamiento de una figura popular como fue la Princesa de Gales.
Diana Spencer tuvo literalmente una vida de película y su historia personal es muy rica e interesante por todas las cosas que llegó a vivir.
Si se busca una biografía para hacer un film acá había material de sobra.
Su relación con Carlos, la relación tensa que siempre tuvo con la monarquía inglesa, la manera en que se conectó con la gente, como no lo hizo ninguna otra figura de la realeza de ese país en las últimas décadas, más el trágico accidente que terminó con su vida, eran elementos lo suficientemente atractivos para hacer una buena película.
Sin embargo los productores de este film decidieron construir esta producción en base a un rumor absolutamente incomprobable que se basa en un libro malo, destruido por la prensa inglesa, llamado "Diana: The Last Love", de Kate Snell.
Según Snell el gran amor en la vida de Diana habría sido un médico llamado Hasnath Kahn con quien aparentemente ella deseaba casarse y tuvo un romance.
El libro fue impresentable y nadie tomó en serio la investigación de esta mujer porque estaba construido con supuestos comentarios y chismes que obtuvo de personas allegadas a la princesa.
Un material que carecía de seriedad.
Sin embargo, decidieron adaptarlo en el cine y dio como resultado un melodrama hollywondense que desaprovecha una historia que daba para mucho más.
Más allá si el romance existió o no, el problema de esta película es que nunca llega a aprovechar la historia de Diana.
A diferencia de La Reina, con Helen Mirren que fue una gran producción que retrató con más profundidad la figura de la Reina Isabel II, Diana se queda en el melodrama inventado de una telenovela de Thalía, donde lo único positivo es el trabajo de Naomi Watts.
Esta película fue aniquilada por la prensa inglesa y al verla uno logra entender por qué.
Creo que lo más decepcionante es que detrás de este film hay un muy buen director como Olivier Hirschbiegel, quien había hecho un gran trabajo en El experimento (2001) y La caída (2004), sobre los últimos días de Hitler.
Diana no parece dirigida por él y por eso sorprende ver su nombre en los créditos, ya que esta producción no está en el nivel de lo que este hombre puede brindar como cineasta.
Naomi Watts presenta una muy buena interpretación como la princesa de Gales y es una lástima que no se la pudiera disfrutar en un buena biográfia que trabajara mejor esta historia.
Aquellos que tengan ganas de ver un melodrama meloso como los que escribe Nicholas Sparks seguramente disfrutarán más esta producción.
Ahora si buscás ver una buena película sobre la historia de Diana esta no es la mejor opción.