Día de la Independencia: Contraataque

Crítica de Fernando Casals - Revista Meta

VEINTE AÑOS NO ES NADA

Veinte años después de los eventos de “Independence Day” (1996, R. Emmerich) el mundo se han unido, no hay guerras y el uso de tecnología extraterrestre ha permitido crear todo tipo de innovaciones futuristas tales como coches voladores y helicópteros sin aletas. Hemos evolucionado, el que no evolucionó es Roland Emmerich.

Por supuesto Estados Unidos sigue siendo la policía del mundo. Ahora tiene una mujer presidente, la Casa Blanca ha sido reconstruida y el precio de esta nueva libertad es la eterna vigilancia, con una estación de defensa militar con base en la luna.

El Presidente Whitmore es ahora un tipo con problemas -como su barba lo indica (?)- que tiene pesadillas premonitorias sobre el regreso de los alienígenas. Mientras tanto, un grupo paramilitar en “África Central” (Hollywood sigue pensando a África como un continente sin países) que había luchado durante mucho años contra los aliens recibe una señal al “encenderse” una de sus grandes naves espaciales estrelladas allí. Y que comience el sin sentido!

El científico Levinson (Jeff Goldblum) es ahora una figura de alto nivel en el gobierno y se encuentra casualmente -como todo en el film- con un viejo amor, la doctora Catherine Marceaux –Charlotte Gainsbourg con una expresión de “sé que estoy participando en una espantosa película pero me voy a comprar una casa con esto”- por suerte su rol es tan corto como intrascendente.

Sin Will Smith, es Liam Hemsworth quien asume el papel de canchero “rebelde” y repite la piña al alien en un film que lo que mejor hace es repetir todas y cada una de las secuencias de “Independence Day” con mejor CGI y la misma ridiculez de guión y torpeza narrativa.

La idea de una segunda raza de extraterrestres que están aliados con los primeros pero que a la vez son enemigos se pierde en un embrollo aburrido que ni las explosiones logra resucitar.

La idea que un blockbuster tiene que ser estúpido y pasatista es además de deprimente y poco ambiciosa, absolutamente falsa. “District 9”, “The Matrix”, “Inception” y “Edge of Tomorrow” son apenas algunos ejemplos de lo contrario.

“Dia de la Independencia: Contraataque” conserva lo peor del universo catástrofe de Emmerich: sus arcos predecibles, los diálogos inintencionalmente hilarantes, la falta de -al menos- cierto rigor científico y los agujeros en la trama que de tan profundos pueden alcanzar el centro de la Tierra. Seguramente, el error fue pensar que podía ser algo mejor que esto.