Dhaulagiri, ascenso a la montaña blanca

Crítica de Martín Goniondzki - Cuatro Bastardos

Dhaulagiri, ascenso a la montaña blanca: Enfrentar el dolor.
Un documental abrumador llega a las salas de todo el país para sorprender mediante sus majestuosos paisajes.
Dirigida por Guillermo Glass y Cristián Harbaruk, Dhaulagiri Ascenso a la Montaña Blanca relata la historia de la expedición argentina al Himalaya realizada en 2008 en estilo alpino. En aquella oportunidad, un grupo de alpinistas y amigos buscó conquistar la gran montaña. El Dhaulagiri se encuentra entre las 14 montañas que componen la Cordillera del Himalaya, las cuales superan los 8000 metros de altura. A ese inhóspito panorama le hicieron frente cuatro montañistas argentinos: Guillermo (realizador audiovisual), Christian (antropólogo), Sebastián (empresario), y Darío (jefe de la expedición y socio de Guillermo). El objetivo era llegar a la cima del Dhaulagiri y registrar la expedición en un documental. No imaginaron que uno de ellos, Darío, desaparecería en su intento solitario de hacer cumbre. Aquel doloroso escenario hizo que los documentalistas se distanciaran e hicieran un duelo individual. Sin embargo, seis años después, Guillermo siente que debe cerrar una herida. Y va a intentarlo, completando el documental que fueron a filmar. La película que imaginaron con Darío contaba una aventura en el Himalaya. Y no pudo ser. El film que intenta Guillermo se va a preguntar, entre otras cuestiones, por qué lo que debió ser, no fue.
Nos encontramos ante un relato introspectivo que busca de alguna manera responder la pregunta: ¿Por qué el ser humano realiza una tarea tan peligrosa como escalar una montaña? ¿Cuál es el sentido? Obviamente a lo largo de este documental se intentará dar una respuesta ante una incógnita que indaga en lo más profundo del ser humano. El sentido de superación, el de tratar de dotar de sentido a la vida, e incluso el de buscar alguna respuesta existencialista, son algunas de las respuestas que intentarán brindarnos los protagonistas de esta triste historia que más allá de la tragedia buscan volver a aquello que tanto aman y los define como personas: el alpinismo. Uno puede no sentir esta historia de la misma manera que las personas que realizan este tipo de actividades, no obstante la sinceridad con la que se tratan las pasiones hacen que este fenómeno sea extrapolable a lo que cada uno siente como categórico y auto representativo.

“Para mí el Dhaulagiri es lo más cerca de sentir lo divino. La esencia máxima de la realización del ser humano”. Darío
Darío expresa mediante esta frase la causa de su ascenso al séptimo pico más alto del mundo. Y si bien no pudo hacer cumbre, sí logró alcanzar la cima del corazón de sus amigos, aquellos tres individuos que buscarán terminar lo que se empezó y darle un pequeño cierre/sentido a tan triste pérdida.

El documental, si bien es pequeño en cuanto a producción, logra hacer un buen uso de los recursos disponibles. La fotografía consigue destacar la inmensidad y la hermosura de los paisajes nevados de los Himalayas. También hubo un gran trabajo desde la edición para darle forma a una trama que parecía no tener una conclusión y que finalmente pudo tener un desenlace apropiado. Por el lado del relato, se pone en primer plano la tragedia pero de manera sutil y sin recurrir a golpes bajos.
En síntesis, Dhaulagiri es un documental pujante que no dejará indiferente a nadie y que buscará la reflexión del espectador. Un relato que va más allá del montañismo, que indaga sobre el ascenso a la búsqueda de realización de las personas.