Devoto: la invasión silenciosa

Crítica de Héctor Hochman - El rincón del cinéfilo

Se debíera decir en principio que la producción de filmes de ciencia ficción no es muy común dentro de la filmografía argentina. Por lo cual se podría estar hablando, por la falta de experiencia autóctona, de ciertos riesgos al afrontarlo.

En este caso es dable afirmar que no es un filme de género, sino que por los resultados sería correcto apuntalar a que se degeneró una película.

Este proceso se debe a que es una mala copia de malas (valga la redundacia) producciones yankees, pero que en su defecto parecen hasta estar bien filmadas, con un montaje correcto, con tiempos narrativos ya probados. No es lo que sucede en este filme con demasiados tiempos muertos, repeticiones que nada agregan, ninguna información, sólo minutos.

La historia de cinco desconocidos entre ellos, por supuesto, se van despertando en soledad y dando cuenta que son prisioneros, cada uno va liberándose hasta que se reúnen, y ninguno sabe la razón por lo cual le sucede esto. Pueden verificar, eso sí, que están encerrados en un edificio abandonado.

No saben quién los secuestró ni el objetivo del mismo. Esto más bien hace anclaje en la saga de ¨Shaw¨ estrenada en estas playas como ¨El Juego del miedo¨ (2004), y como su nombre en español lo indica se adviene dentro del cine de terror.

En el transcurso de la noche se percataran con estupor que en el exterior se sucede una invasión, ¿extraterrestre? A partir de aquí el filme intentará construirse en una historia post apocalíptica, futurista, ciencia ficción, de hecho la historia transcurre en el año 2026, DC, tampoco aclara si es después de Cristo o del Coronavirus.

Este quinteto tomará como propia la misión de detener la invasión alienígena, por supuesto que también aparece el personaje que se vende a los extraños visitantes del espacio.

Hasta aquí podría decirse que esta sería una posible síntesis argumental, el problema radica en la raíz del filme no hay una buena presentación de los personajes, ellos nada saben, los espectadores tampoco.

De hecho dentro de su estructura narrativa se van sucediendo escenas de recuerdos de cada uno de los personajes, que no intenta decir quiénes son, más bien aplica sobre las razones que derivaron en su secuestro, explicado al final de manera verbal y del todo incoherente con el relato propiamente dicho. ¡UFFFFF!

Son tantas las idas y vueltas que se producen con la intención de generar expectativas, nunca lo logra, ni siquiera confundir al espectador, y el único turbado parece ser el director ¿Ayudado por el guionista?

Las actuaciones son buenas, hacen lo que pueden con lo que le dieron, es muy difícil hacer creíble un dialogo cuando éste peca de inverosímil, pero bueno. es lo que hay.

En tanto los aspectos técnicos, por así llamarlos, son de buena factura, sobre todo la dirección de arte, en éste punto las locaciones elegidas y la decisión de como iluminar los diferentes espacios es de lo mejor de esta producción, que como viene sucediendo, deja en segundo plano al bendito guión.

El filme dura 72 minutos, no se hace muy difícil terminar de verla, aunque la sensación culinaria (esa en que los glúteos anticipan el aburrimiento) justo empiece a dar señales.

La narración cierra dejando abierta la posibilidad de una continuación, ahí recordamos a la saga antes mencionada, que va por la novena entrega, volvemos al cine de terror, o más propiamente dicho, a tener miedo.