Desterro

Crítica de Rodrigo Rago - CineFreaks

Del otro lado de la vida.

La “desaparición” de una mujer brasilera llamada Laura, dejará en soledad a su pareja Israel y a su hijo Lucas, quienes deberán sobrellevar (en especial el padre) una desolación inagotable al enterarse de que, en realidad, Laura ha fallecido en Argentina.

Desterro es una coproducción argentino/brasilera dirigida por María Clara Escobar que se propone navegar en una especie de intencionalidad al querer retratar lo estancada que puede llegar a ser la vida humana dentro de la rutina de todos los días, y cómo esto puede afectar la vida de una mujer que ya no soporta verse ligada al sistema.

Es así como Desterro avanza en la propuesta de construir un film inquietante a partir de una profundización filosófica de lo que trata la muerte, que a la vez contrasta con todo el enfoque burocrático y materialista que significa morir dentro de un sistema que no entiende de emociones humanas.

Los elementos elegidos para contar esta película se basan en encuadres semivacíos (donde el fondo adquiere un protagonismo casi inentendible), primerísimos primeros planos, y un montaje antinatural que por momentos complica la cinta; y hace que, en su búsqueda constante de adquirir características del cine expresionista, se enrede en una telaraña de intenciones que pocas llegan a tener una conclusión adecuada.

Si bien las poéticas de la imagen junto con el relato imaginario cumplen en querer hacer de esta película una experiencia mental y cuasi onírica, el film termina descarrilando en otorgarle a este audiovisual un ánimo contemplativo que nunca termina de cuadrar y, por lo tanto, no llega con rudeza al corazón del espectador como podría haberlo hecho.