Después de nosotros

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Divorcio más real y doloroso que “La guerra de los Roses”

Recordará el lector "La guerra de los Roses". Alguien quiere iniciar un juicio de divorcio y el abogado le cuenta esa fábula tremenda como advertencia frente a cualquier separación de corazones y, sobre todo, de bienes. Pues bien, ésa era una fábula. "Después de nosotros", cuyo título original puede traducirse como "la economía de la pareja", es mucho menos espectacular, pero terriblemente más verdadera.

El planteo es simple. No hay una historia previa. Sólo vemos que se acabó el amor y crece el fastidio. Pero él no se va, por dos razones: no tiene plata, y no está conforme con la división de bienes. Ella y su madre compraron la casa pero él la refaccionó, aumentando su valor. ¿Quién tasa correctamente eso? Pero entretanto, ¿quién contiene a las hijitas, cómo se ordenan los espacios, los horarios y los momentos en común? ¿Quién manda en el hogar?¿Cuál de los dos tiene razón?¿De quién son ahora los amigos?

Pases de factura, propuestas de entendimiento para curarse las heridas o para poner distancias, rutinas que alguna vez fueron delicias familiares y ahora duelen, en fin, todo eso y algunas otras cosas aparecen aquí, muy bien expuestas por un guión escrito a ocho manos, una cámara atenta, un director especialista en dramas familiares donde alguien insiste en mantener lo que ya está roto, el belga Joachim Lafosse (el de "Propiedad privada", con Isabelle Huppert), y dos artistas excepcionales, la argento-francesa Bérénice Bejo y Cédric Kahn. Amén de las nenas Jade y Margaux Soentiens, y la reaparecida Marthe Keller como la madre que añora los tiempos en que la gente se soportaba más. Duele, pero vale la pena.