Después de nosotros

Crítica de Mercedes Orden - Cinema Sonor

Toda separación implica necesariamente un duelo, aunque a Boris (Cédric Kahn) y Marie (Bérénice Bejo) no se les hace nada fácil poder llevarlo a cabo. Después de nosotros (L’economie du couple) narra la historia de lo que ocurre entre sus protagonistas mientras buscan el modo de separarse. En medio de ellos están sus hijas, Jade y Margaux (Jade Soentjens y Margaux Soentjens), que oyen los gritos, prestan atención a las incriminaciones continuas, a la vez que intentan procesar esta etapa como pueden.
Ya en el comienzo nos encontramos con Marie sobrepasada intentando mantener la rutina y el orden del hogar, a la vez que manda a las niñas a bañarse y comienza a preparar la cena. En ese momento Boris llega, con total naturalidad, aunque no debería estar ahí.
Si bien la decisión de separarse ya había sido tomada, en el medio hay una casa que se disputan y que lleva a que ninguno de los dos la abandone. Pero hay reglas, días y horarios pautados, pero el hombre no cumple, por ejemplo: llegar luego de que las pequeñas se duerman los días que le tocan a ella. La cámara sigue obsesivamente a la mujer y, sobre todo, su enojo -acentuado por los negocios sucios y desconocidos que persiguen a Boris hasta donde está su familia.