Después de la Tierra

Crítica de Pablo Raimondi - Clarín

El control del miedo

El realizador de “Sexto sentido” dirige a Will Smith y su hijo Jaden en una aventura de sobrevivencia futurista y apocalíptica.

“El peligro es real, el miedo una elección”. En el eslogan promocional del filme podría resumirse el argumento de Después de la Tierra, lo nuevo de padre e hijo Smith. La película es una gran metáfora para que aprendamos a controlar nuestros temores. El enemigo voraz del hombre son los ursas, unos bichos ciegos que nos detectan por las feromonas que desprendemos a causa del pánico. Sin miedo, ellos no nos detectan.

Mil años después de los cataclismos que obligaron a los humanos a abandonar la Tierra, Nova Prime es el nuevo hogar de la especie humana. El general Cypher Raige (Will Smith) viajará junto a Kitai (Jaden Smith) y una preparada tripulación hacia un planeta cercano. Pero una tormenta de asteroides les hará torcer el rumbo y caer en picada hacia un planeta dominado por fauna y flora, pero sin vestigio humano: la Tierra. Los paisajes naturales y habitantes de ese lugar generan una sensación de vacío única donde el pequeño Kitai demostrará la madera de la que está hecho superando mil y un desafíos, sobreviviendo al frío, luchando en tierra, aire y mar.

Durante la mayor parte del filme, el papel de Will Smith se encapsula en la cabina de mando, él queda malherido e inmovilizado allí y su hijo Kitai (que reverencia a su progenitor como si estuviese en el ejército) debe atravesar casi 100 kilómetros para recuperar el faro de rescate y emitir una señal intergaláctica para que los vayan a rescatar antes de perecer.

La película gira en torno a una palabra: sobrevive, que según L. Ronald Hubbard (padre de la Dianética) cita: “es un pensamiento nuevo que el hombre esté motivado únicamente por la supervivencia. Es el principio dinámico de la existencia humana”. El volcán en erupción (igual que en la portada del famoso libro) y la guía que Smith padre ejerce -a la distancia- sobre su hijo puede enlazarse con el código del auditor cienciológico donde se expone el modelo de conducta de supervivencia. Recordemos que Smith apoyó financieramente (un millón de dólares) a la polémica organización y es uno de los mejores amigos de Tom Cruise, uno de los más famosos difusores de la Cienciología.

Volviendo al filme, Jaden se come la película solo, con sus cortos 14 años despliega un papel bien físico con un vestuario e instrumentos futuristas (excelentes las armas y pantallas de seguimiento) sin dejar de destilar sentimientos y generar empatía en el espectador. Polémico, pero entretenido.