Desaparecido

Crítica de Carolina Taffoni - La Capital

"Desaparecido", madre rápida y furiosa

A esta altura, una película protagonizada por Halle Berry parece ser sinónimo de baja calidad. La actriz que se convirtió en una revelación en 2002 cuando ganó un Oscar, se involucró en tantos papeles mediocres a partir de entonces que su sola figura ya genera dudas. “Desaparecido” no es la excepción. Acá Berry se transforma en una especie de Rambo que busca recuperar a su hijo secuestrado. El título original de la película es “Secuestro”, y es mucho más acertado. La protagonista es Karla, una moza que un día sale a pasear con su hijo a un parque de diversiones y, después de una pequeña distracción, ve cómo una mujer desconocida mete al chico en un auto y dispara a toda velocidad. Karla se sube a su propio auto y empieza a perseguir a los secuestradores de forma implacable. Como thriller básico y repleto de lugares comunes, “Desaparecido” acierta: mantiene la tensión durante 90 minutos y las secuencias de persecución son de alto impacto. Los problemas se generan cuando el relato tira por la ventana la verosimilitud, porque la tensión emocional que está puesta en juego se diluye por completo. Ahí Berry está más cerca de “Rápidos y furiosos” que de una madre coraje.