Delfín

Crítica de John Lake - Negro&White

Se aproximan las vacaciones de invierno, los tanques de Hollywood de animación comienzan a saturar las pantallas, a los que se les suele sumar algún producto comercial local, con trilladas aventuras protagonizadas por cómicos rodeados de mediáticas sexys de turno. En medio de ese asedio cinematográfico, con un fin consumista que se reproduce en el merchandising que brota cual epidemia en locales afines, surge un oasis en el presente mes de julio llamado Delfín, una propuesta para toda la familia, sana, honesta, sin ningún tipo de estridencias.

Un padre, acuciado por las deudas y la amenaza del desalojo, vive con su hijo de 11 años en una humilde vivienda en un pueblo de la provincia de Buenos Aires. Delfín, nombre que le dio su madre, quiere formar parte de una Orquesta infantil en una localidad vecina con su corno francés. Hará lo imposible para tomar parte de la prueba sin descuidar sus quehaceres diarios como su trabajo en la panadería, la asistencia a la escuela y las prácticas con el instrumento. Los juegos infantiles y las travesuras propias de la edad, completan su mundo junto a la atracción inexplicable que siente por una maestra.

El director Gaspar Scheuer con su trayectoria de sonidista y su participación como productor en la maravillosa La calle de los pianistas (Mariano Nante – 2015), pone el foco en la música como medio de esfuerzo y superación. Una película conmovedora, tierna y auténtica que no busca la manipulación emocional del espectador, en la que prevalece la bondad y las buenas intenciones, dejando a los malos en planos generales bien al fondo. Seleccionada entre las nueve participantes del Cannes Écrans Juniors 2019 por su calidad temática vinculada a jóvenes que rozan la adolescencia, desfilan por su trama tópicos como los riesgos de promesas incumplidas, la solidaridad provinciana ante la adversidad y las consecuencias de un comportamiento intempestivo. Valentino Catania, con un rostro muy expresivo, aporta espontaneidad a un personaje inocente, pero tenaz en su propósito. Un sólido elenco de adultos lo rodean en su pequeña gran aventura que se impone por su frescura y naturalidad. Valoración: Buena.