Declaración de vida

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Ejemplo de cómo contar un drama real

En estos tiempos la gente suele escaparle a las películas sobre niños gravemente enfermos. Consciente de eso, la directora de "La guerre est declarée" (que acá se rebautizó inteligentemente como "Declaración de vida") empieza por el final: el pequeño de su historia pudo revertir la enfermedad que lo aquejó durante varios años.

Tranquilizado así el espectador, surge el recuerdo de todo el proceso, un recuerdo optimista pero también realista, que no sólo muestra la aflicción materna, sino también las torpezas, egoísmos y desgastes de pareja que suele haber en experiencias semejantes, la pérdida de ahorros, y, casi al mismo nivel, los momentos de diversión y distracción con que se airea la mente y se recuperan fuerzas. El chico todavía era bebé cuando le diagnosticaron un tumor cerebral, y el tratamiento debía ser largo y de pronóstico inseguro.

Los padres eran jóvenes, no sólo inexpertos sino también inmaduros. Nadie los preparó para la lucha. Por suerte encontraron buena ayuda médica y familiar, y tomaron buenas decisiones. Esa es la historia, que la directora, coguionista y protagonista Valérie Donzelli desarrolla con abundantes y variados recursos junto a su entonces marido Jéremie Elkaim. Y que tiene dos dedicatorias: a Gabriel, hijo de ambos, que pasó un trance similar cuando chico. Y a los médicos, enfermeras y hospitales públicos.

Parte del elenco está integrado por el mismo personal que atendió a Gabriel. Y parte de la acción transcurre en hospitales de Paris y Marsella. Sin bajar línea, la película destaca su importancia. Como escribió el finado Roger Ebert cuando la candidatearon al Oscar, "la operación y la larga estadía del muchacho en el hospital son pagadas por Salud Pública de Francia. De ocurrir en Estados Unidos, ésta hubiera sido una historia muy corta".

Donzelli era la mujer del preso que se enganchaba con un guardiacárcel en "7 años". Su primera realización es "La reine des pommes", o Cómo salir de la depre. Esta es la segunda. Tema musical del momento más grave, "El invierno", de Vivaldi. Tema final, "The bell tolls five", de Peter Von Poehl.