De vuelta a la vida

Crítica de Martín Oltmann - Ver o no Ver?

Esta es la vuelta del director Scott Hicks al cine australiano, lugar donde años atrás dirigió su mejor película, "Shine" con Geoffrey Rush.
En el último tiempo pasó por Hollywood, donde realizó flojos films como "No Reservations" y "Heart in Atlantis".
Aquí vuelve a dirigir un drama, a la par del gran trabajo que había logrado con "Shine".
Basado en la vida de Simon Carr, presenta la historia de un padre que debe asumir el cuidado de sus hijos tras la muerte de su esposa.
Arranca muy triste, mostrando la enfermedad y muerte de su segunda esposa a causa de un cáncer.
Pero luego, en vez de caer en un típico melodrama, muestra un lado más alentador y positivo, a través de los desafíos que debe asumir un padre inexperto al tener que cuidar un hijo de 6 años, a quien le cuesta asimilar la muerte de su madre. A esto se suma la llegada de su otro hijo, de un primer matrimonio, quien intenta reestablecer la relación con su padre ausente.
El papá elije criarlos sin reglas firmes, algo que no siempre da resultado.
Este desarrollo la convierte en una linda historia, con momentos de humor y emoción.
Ambientada en Australia, tiene una excelente fotografía que resalta el paisaje campestre que rodea la casa en la que viven.
Clive Owen obtiene una de sus mejores actuaciones, demostrando un talento versátil tanto para roles dramáticos como de acción. Su interpretación del padre viudo es excelente y la química que logra con los dos chicos hace que parezca una familia real.
Otra muy buena muestra del cine australiano.