De nuevo otra vez

Crítica de Jessica Johanna - Visión del cine

Escrita, dirigida y protagonizada por Romina Paula, De nuevo otra vez es una sólida ópera prima que consigue reflejar su universo personal.
Romina regresa a la casa de su madre junto a su pequeño hijo durante un tiempo indefinido. Eso que no se define, que no se puede saber, sobrevolará todo el relato. No saber cuánto tiempo va a quedarse, no saber qué va a pasar después, si va a volver, qué pasará con su marido, si puede considerarse separada o es una especie de descanso, de vacaciones. Tampoco sabe en esta etapa nueva de transición, de «mientras tanto», esa especie de limbo en el que se encuentra, qué puede hacer y qué no, qué quiere hacer, salir con aquel chico o besar a aquella chica.

La actriz, dramaturga y novelista Romina Paula interpreta a un personaje que se llama como ella, con un hijo que se llama como el suyo y con una madre que le habla en alemán como su propia madre. Tal cual se percibe en mucho de lo que escribe, lo autobiográfico inspira a Paula y acá es difícil desde afuera saber cuáles son los límites entre la ficción y la realidad. Al mismo tiempo, ¿importa?

En esta especie de crisis de mediana edad femenina (una crisis de identidad, una crisis de maternidad, una crisis de pareja), la multifacética Paula aprovecha para desplegar el abanico de temas que le interesan y viene desarrollando en su obra en mayor o menor medida. Lo femenino y lo masculino, la maternidad, el viaje, el lenguaje, el deseo. Todo esto en medio de un retrato intimista y cotidiano, con largas escenas junto a su madre, a su hijo, dando clases de alemán, o saliendo con una amiga, postales que no hacen más que retratar el complejo universo femenino.

De nuevo otra vez tiene mucho de literario y también algo de teatral. En ese sentido hay mucho de la Romina Paula que escribe, ya sea obras de teatro o novelas. Y ese estilo personal que caracteriza a lo que escribe logra trasladarse ahora al plano audiovisual. Hay muchos textos largos de contenido intelectual y literario pero sobre todo reflexivo. Monólogos que muchas veces se suceden sobre imágenes de diapositivas (como aquella que se ve desde su bello e intrigante póster) o con personajes rompiendo la cuarta pared (como un discurso sobre el feminismo que brinda un personaje secundario pero vital), pero también pueden formar parte de un largo audio enviado por whatsapp que funciona como catarsis. Preguntas que generan más preguntas y pocas respuestas.

De todas las capas que Paula va desmenuzando en el relato, quizás la más valiosa tenga que ver con el tema de la maternidad, la cual deconstruye a través de la relación que tiene con su hijo y también con su madre. La maternidad como algo que no es innato para la mujer, que se construye, y donde no todo es bello ni pautado. Un tema que ya había comenzado a explorar en su última novela, Acá todavía, y por lo que esta película parecería ser el ideal siguiente paso.

De nuevo otra vez es una sólida ópera prima que además refleja el universo de una artista que ha logrado encontrar un estilo personal, intimista y reflexivo en todo lo que hace. Un film sobre la incertidumbre y todo lo que puede pasar cuando nada pasa. Mucho de autobiográfico, mucho de reflexivo y de ensayístico, un abordaje individualista y al mismo tiempo actual sobre el rol de madre, que ya no aceptamos con ideas preconcebidas sino con todos sus miedos y contradicciones.