De acá a la China

Crítica de Mex Faliero - Fancinema

UN CUENTO ARGENTINO

En los 90’s, el almacén del padre de Facundo tuvo que cerrar debido a una competencia de los supermercados chinos que no se la hizo nada fácil. Con algo de rencor, pero especialmente con un sentido de la búsqueda de oportunidades típica de un treintañero, Facundo cree tener un plan perfecto: ir a China, poner un almacén argentino y volverse, recién, cuando “uno de ellos” cierre. De acá a la China es un film dirigido, escrito y protagonizado por Federico Marcello que reflexiona con inteligencia, desde una atmósfera de comedia dramática leve y sin aspavientos, sobre aquellos miedos sociales que nos hacen distanciar del otro.

De acá a la China, que ahora encuentra estreno comercial en salas, tuvo un proceso de realización singular: Marcello tomó sus ahorros, imaginó un documental sobre la vida en el país asiático y viajó con un pequeño equipo, que se iba agrandando a medida que se sumaban interesados en participar de la particular empresa. Sin embargo el documental terminó dando paso a la ficción y el rodaje se hizo un poco a escondidas de las autoridades chinas, recelosas respecto de la forma en que se muestra el país hacia el exterior. La forma en que la película se realizó se continuó en los mecanismos de exhibición: lejos de los caminos del INCAA, el director viajó de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad, encontrando lugares donde mostrarla por fuera de los circuitos comerciales. Ese espíritu artesanal e independiente se agradece, básicamente porque la película nunca hace de eso una justificación para sus carencias. Todo lo contrario, De acá a la China luce profesional y sólida narrativamente. Y no nos obliga a celebrar un proceso por encima de los resultados.

Con un aire semi-documental, el director registra obsesivamente los entretelones administrativos para poner en funcionamiento el mercadito argentino en China. Y en paralelo seguimos a Facundo, mientras va limando sus diferencias con ese entorno que se le hace extraño y un poco indeseable: es interesante cómo Marcello no remarca en exceso las diferencias culturales porque sabe que una cámara atenta las hará sobresalir de todas maneras. Y eso es lo que tiene la película como mejor carta de presentación, una atención a los detalles para evitar caer en los lugares comunes, algunos desde los cuales Facundo construye su mirada sobre lo otros. Al final De acá a la China será el retrato de un fracaso, aunque será también el documento de un triunfo, que es el del cine por encima de las especulaciones.