Cyrano mon amour

Crítica de Marcela Barbaro - Subjetiva

yrano Mon Amour resulta una comedia romántica de época, que rinde homenaje al teatro, al cine y a la poesía. Basada en la obra teatral del actor, guionista y director francés Alexis Michalik, la película narra la historia del poeta, Edmond Rostand, un joven y desconocido autor, que paso a la fama al escribir uno de los clásicos más famosos del teatro francés: Cyrano de Bergerac.

Situada en París entre 1895 y 1897, el poeta Edmond (Thomas Solivérès) transita el fracaso de una obra recientemente estrenada; lo que lo lleva a desmotivarlo para escribir algo nuevo. Casado y con dos hijos pequeños, debe inspirarse en un nuevo proyecto para mantenerlos. La ayuda llegará en manos de la actriz y admiradora, Sarah Bernhardt (Clémentine Célarié), quien le presenta al mejor actor del momento, Constant Coquelin (Olivier Gourmet), para que protagonice su próxima obra, con la condición de que se estrene en tres semanas. El entusiasmo y la pasión de Edmond lo impulsará a seguir adelante, a pesar de no tener la obra escrita, sino sólo contar con su título: Cyrano de Bergerac. Bastará para que conozca a la pretendiente de su amigo, a quien ayudará a conquistarla, recitándole poemas. Un juego que terminará atrapándolo en un triángulo amoroso, del que rescatará su musa inspiradora.

La historia de Cyrano, el poeta y dramaturgo francés, contemporáneo a Moliere, fue llevado al cine en varias oportunidades. Sólo por nombrar las más importantes, hubo una versión en 1950 dirigida por Michael Gordon, con José Ferrer en el papel de Cyrano; y otra en 1990, donde actúa Gerard Depardieu encarnando al poeta narigón.

La nueva versión de Michalik, que traspasa la obra teatral al cine en una versión muy libre y singular, centra su mirada en el proceso de creación detrás del texto y en las dificultades que conlleva poder realizarlos. Ese sueño de un joven artista a fines del siglo XIX, competía con los avances de la Modernidad en el campo del arte. Entre ellos, veremos el nacimiento del cine, con una escena preciosa en homenaje a la primer función que realizan los Hnos. Lumière. El protagonista, encarnado en un idealista y romántico poeta, apuesta a la escritura en verso, en lugar de prosa y, pese a los rechazos que sufre, no resigna su esencia creativa, porque cree en lo que hace.

Con una gran reconstrucción de época, y una ambientación creada digitalmente, la película fusiona el estilo de Shakespeare apasionado (1998), y la estética de Mouling Rouge (2001), donde la comedia de enredos y el burlesque van definiendo su ritmo narrativo.

Cyrano mon amour, nominada a mejor diseño de producción y mejor vestuario en los premios César 2019, es una propuesta vital, dinámica, y, por momentos, inocente, donde se conjugan grandes personajes y momentos emotivos, que le devuelven una cuota de esperanza al acto creativo, subrayando la importancia del arte que, sin duda, traspasa las barreras del tiempo.

CYRANO MON AMOUR
Edmond. Francia, 2018.
Dirección y guion: Alexis Michalik. Intérpretes: Thomas Solivérès, Olivier Gourmet, Dominique Pinon, Clémentine Célarié Alexis Michalik, Simon Abkarian, Blandine Bellavoir, Mathilde Seigner, Dominique Besnehard, Bernard Blancan, Lionel Abelanski, Nicolas Briançon. Fotografía: Giovanni Fiore Coltellacci. Sonido: Antoine Deflandre, Niels Barletta, Fred Demolder. Edición: Anny Danhé. Duración: 112 minutos.