Curvas de la vida

Crítica de Flor Salto - Loco x el Cine

Qué difícil que es aceptar algunas cosas… Por suerte siempre hay alguien que desde afuera ve la realidad sin distorsiones.

Calificación - 2.5/5

Personalmente prefiero a Clint Eastwood detrás de las cámaras o, en su defecto, haciendo ambas cosas. Sin embargo, siempre es bueno verlo gruñir en pantalla.

El director del film (Robert Lorenz) no hizo un mal trabajo, pero sí se nota la falta de experiencia, ya que básicamente siempre ha trabajado como asistente o como productor ejecutivo. Sin embargo hay momentos de profundidad narrativa muy emotivos con un sabor y una estética que sólo Clint Eastwood sabe imprimir en las películas, lo cual nos hace sospechar que, o Lorenz está buscando ser su discípulo o Clint está pensando en jubilarse cediendo de a poco su lugar a otros talentos.

Curvas de la Vida (Trouble With the Curve, 2012) se centra en un hombre ya muy entrado en años que trabajó siempre como cazatalentos del beisbol y que sólo respira, come y duerme con ese deporte. Pronto comienza a sentir el peso de la vejez, principalmente en sus ojos que ya no responden a las bolas rápidas. Imaginen que un grave problema en la visión haciendo tal actividad, no es muy alentador que digamos, por lo que su mejor amigo, su hija, su médico y un viejo alumno tratan de que la ceguera se limite puramente a una cuestión ocular… Es que, el problema de no ver se utiliza en la película de un modo metafórico, ya que si bien el protagonista va perdiendo ese sentido con el correr de los días, demuestra a fuerza de gruñidos que para hacer su trabajo no necesita más que la experiencia y el amor hacia el deporte. A su hija le preocupa lo que está pasando con él, pero a su vez trata de hacerle entender lo ciego que ha estado toda su vida, reprochándole la falta de cariño y contención para con ella, generando roces constantes y forzando al pobre tipo a querer estar cada día más solo, renegado e incomprendido. Por otro lado, sus amigos y colegas de trabajo notan el problema pero sienten que deben darle una segunda oportunidad en lo laboral haciéndole ojos ciegos a las nuevas tecnologías que se utilizan en el ámbito deportivo, para que Gus siga acarreando valijas de un pueblo a otro como lo hizo toda su vida, mientras observa a los jóvenes y ascendentes beisbolistas.

En medio de todo este problema relacionado a la visión y a medida que las consecuencias se hacen notar, van a salir a la luz peores problemas. De a poco se sumarán además otros personajes que calentarán la pista, como lo es la figura de Justin Timberlake, que pese a destacarse mejor como músico, no hace un mal trabajo. En el caso de Amy Adams en cambio, me vi sorprendida por su floja performance.

Creo que hay ciertas cosas que quedaron pendiendo de un hilo por no ser resueltas correctamente, pero el espíritu del mensaje está claro y eso no se discute. Una vez más, vemos a un Clint Eastwood amargado, con un problema de salud y exageradamente porfiado pero que muy en el fondo guarda a un tipo bueno y con sentimientos bien desarrollados, ya quecarga con una historia de vida difícily por ejemplo, lo vemos llorar en la tumba de su mujer fallecida aliviando un poco esa dureza inquebrantable.

Sin más, sabemos que el señor sabemucho de talentos deportivos y de largas y solitarias jornadas en bares de mala muerte,y aunque en esta ocasión la película caiga en lugares comunes sin destacarse demasiado, posee momentos que recrean su sello personallo cual me obliga adecir: “Clint por favor si la fuerza te acompaña, la próxima vez, no abandones la silla de director.”

@CinemaFlor