Cuando despierta la bestia

Crítica de Alejandro Turdó - A Sala Llena

Angustia y licantropía adolescente.

¿Cuándo es más efectivo el Terror, cuando nos sumerge en relatos fantásticos de enorme despligue visual y efectos prostéticos o cuando se presenta como una historia conformada dentro de elementos más simples y mundanos que infieren otro tipo de realismo? Gracias a lo segundo el debutante Jonas Alexander Arnby sorprendió a todos en el Festival de Cannes del año 2014 con su opera prima Cuando Despierta la Bestia (Når dyrene drømmer, 2014)

En un pequeño pueblito pesquero danés vive Marie, una adolescente que comparte su hogar junto a padre y su madre, quien sufre una extraña enfermedad a raíz de la cual vive postrada en una silla de ruedas, prácticamente catatónica. Marie empieza notar cambios en su ser, cambios por fuera de lo estrictamente adolescente. Algo raro sucede, algo que parece haber heredado de su madre, conocido por su padre y temido por todo el pueblo: es una mujer lobo.

Con un tono melancólico similar al de Déjame Entrar (Låt den rätte komma in, 2008), lo que se presenta es una historia que no habla tanto sobre la transformación monstruosa del mito licántropo, sino de otro tipo de transformación: de la juventud hacia la adultez. El estilo visual de Arnby pone en imagen a ese pequeño pueblo a orillas del mar, con planos generales que evidencian esa naturaleza agreste que funciona como telón de fondo del relato. La lenta cadencia del film refuerza ese espíritu desolador que envuelve a los personajes, sujetos con un enorme secreto que progesivamente se torna imposible de ocultar.

Se utilizan de forma interesante los elementos constitutivos del míto del hombre lobo para combinarlo con la angustia femenina adolescente -de forma similar a lo hecho por Ginger Snaps (2000), pero sin el costado gore- y dándole un matiz dramático cuya léctura va más allá de lo estrictamente fantástico. Aquello que le ocurre a Marie es lo mismo que podría ocurrirle a cualquier “extranjero” en un ámbito donde se encuentra fuera de su elemento, y donde todos se esfuerzan en hacerselo saber.

Con una tensión dramática en constante in crescendo que se abre paso a través del tono letárgico de la historia, Cuando Despierta la Bestia seguramente será del agrado de aquellos entendidos del género con ánimo de ver un approach distinto de una temática tantas veces transitada en la pantalla grande.