Cuando brillan las estrellas

Crítica de Pablo E. Arahuete - CineFreaks

La importancia de la primera vez.

Doble mérito para este debut de Natalia Hernández en la dirección porque Cuando brillan las estrellas es una comedia romántica y una película coral redonda. Decir luminosa en términos generales encierra un doble sentido también por un lado con el título pero por otro con el tono elegido para desarrollar las historias de amor y desamor que suceden en una trama de un día pero que se anclan al tronco de la historia de Lucas (Pablo Sigal) y Ana (María Canale).

Ellos son protagonistas cuando niños de ese primer romance que luego se trunca por la distancia y por los cambios de rumbo en sus vidas. Esa bifurcación tiene como punto de encuentro el presente treinta y tantos años después. Ella ahora como la amante de un hombre casado y él con muchos problemas para socializar y más para entablar algún vínculo con mujeres.

Las otras historias también tienen su atractivoy el recuerdo de 20.000 besos, por partida doble, nos remonta a esa frescura y madurez de la película de De Caro y al guionista Sebastián Rotstein.

Gran debut, muy buena propuesta de género y seguramente todo público de edad similar a los personajes rememore la importancia del primer beso y de la primera gran desilusión.