Cry Macho

Crítica de Patricia Pritzker - Chapeau Argentina

El infatigable Clint Eastwood vuelve a los cines con "Cry Macho" en su doble rol de actor y director. El film basado en la novela de N. Richard Nash de 1975 tiene a Mike Milo como protagonista y se sitúa entre 1979/80.
Mike es una ex estrella del rodeo, criador y domador de caballos que pierde a su familia de manera trágica. Su jefe Howard Polk (Dwight Yoakam) lo ayudó a salir adelante y ahora es él quien necesita un favor: su hijo, Rafa (Eduardo Minett) de 13 años y fruto de una relación con Leta (la chilena Fernanda Urrejola) está fuera de control, además de que el joven se dedica a las riñas de gallos, actividad con la que su padre no está de acuerdo. Su ahora ex- jefe no puede pasar la frontera, por lo que Mike, sintiéndose en deuda, acepta traerlo a Texas.
Filmada en plena Pandemia, "Cry Macho" relata el viaje entre los compañeros de ruta que se ven forzados a convivir por caminos desérticos y desolados. La travesía será complicada porque Leta no está dispuesta a ceder, pero la adversidad acercará a dos hombres de distintas generaciones y culturas. Con similar uso del inglés y del español (participa la mexicana Natalia Traven como Marta siendo la esperanza amorosa de Mike) la película tiene un ritmo lento y una energía que hace que el espectador baje revoluciones. Es una historia simple, pero sensible, que habla de segundas oportunidades, que pueden presentarse en cualquier momento de la vida.
Párrafo aparte y Chapeau para Eastwood quien no para de generar y propulsar grandes producciones del género.