Cruzadas

Crítica de Pedro Squillaci - La Capital

Estrellas sin estrella

Difícil buscarle algo positivo a la película de Diego Rafecas. En medio de un cine argentino que pugna por crecer, que apuesta a lo alternativo, que se arriesga a hacer películas de género, como suspenso o terror, Rafecas retrocede 30 años con "Cruzadas". No sólo desde la historia de dos media hermanas que deberían odiarse pero que no llegan a plasmar su odio, sino a partir de tomas que ya eran viejas en los 80. A menos que le interese incursionar en el cine bizarro, Rafecas (que también actúa en el filme) pretende plasmar dos mundos enfrentados, el de la bailanta y el de un poderoso holding televisivo, y extenderlo a la rivalidad de dos hermanas. Una es una empresaria inescrupulosa, interpretada por Moria, siempre haciendo de Moria, y otra es Nacha, nunca tan lejos de Evita. Lo de Pinti, simplemente patético. La única estrella de esta crítica es por Chachi Telesco, lejos, lo mejor de la película.