Crónicas de un affair

Crítica de Ezequiel Boetti - Otros Cines

El director de Vénus et Fleur, Cambio de dirección, Enredos de amor, Romance a la francesa y Las cosas que decimos, las cosas que hacemos concibió una fluida y ligera comedia romántica que llega a los cines argentinos luego de su paso por el Festival de Cannes 2022.

Estrenada en el Festival de Cannes de este año, Crónica de un Affair es una película igual de transparente que su título. No hay grandes giros narrativos ni picos dramáticos en esta leve y fresca comedia romántica centrada en el amorío que sostienen un hombre y una mujer durante varios meses y que el realizador Emmanuel Mouret muestra a través de una estructura similar a la de un diario, esto es, deteniéndose en un puñado de encuentros sostenidos a lo largo de varios meses.

Ella se llama Charlotte (Sandrine Kiberlain), hace poco que está separada y ahora disfruta su soltería abrazando la idea de tener relaciones casuales sin hacerse demasiado problema. Simon (Vincent Macaigne), en cambio, está casado hace veinte años, jamás engañó a su esposa y todo lo vive con partes iguales de placer y culpa. Dos opuestos que, como suele ocurrir en el cine, están destinados atraerse.

La película los encuentra durante la primera “cita”. Allí queda claro que se conocieron en un evento social y que los dos saben muy bien que el deseo y la afinidad son recíprocas. A partir de allí, Mouret mostrará varios encuentros en los que compartirán experiencias de todo tipo, desde algunas lujuriosas hasta otras puramente lúdicas, durante las que irán construyendo una intimidad cómplice basada en las coincidencias y las afinidades.

No hay mucho más detrás de esta historia que asienta sus méritos en la indudable química entre sus protagonistas y una batería de diálogos construidos con naturalidad y fluidez. Película igual de luminosa que esos días al aire libre que comparten Charlotte y Simon, Crónica de un Affair vacía la aventura de toda interpretación moral, limitándose a acompañar a esos adultos que, en el fondo, solo quieren divertirse como niños.