Criaturas nocturnas

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

Los primeros minutos son dignos de una apetecible película de terror; una secuencia de horror que une una pequeñita de rostro y ojos increíblemente expresivos y un hombre (Papi) de cara poco confiable y voz enferma, que la asusta diciéndole que afuera hay una Bestia que come niños y por eso ella no puede salir. Las siguientes secuencias acentúan la amenaza y el temor de la chiquita. Después viene algo peor: como la nena quiere salir a pesar del miedo a la Bestia, intenta abrir la puerta y el picaporte descarga electricidad. La nena comprende que es mejor casa que quemaduras lacerantes.

Ya adolescente, el terror remata con inyecciones aplicadas por Papi, que van a detener su posibilidad de convertirse en mujer. Papi es malo y como ve que ni con las inyecciones puede impedir el cambio, intenta suicidarse. Hasta aquí el cuento de horror, la verdad que óptimamente manejado.
Pero después viene lo que le pasa a la chica en su contacto con la realidad, porque mientras Papi va al hospital una sheriff la lleva a vivir con ella a la casa y comienza a ir a la escuela.

HIBRIDO INQUIETANTE
Desde un comienzo que recuerda a "La habitación", con Brie Larson, la estupenda película en que una joven abusada es retenida cautiva por años con el pequeño hijo que tuvo con el violador, el filme pasa a desarrollarse como "Carrie", con las cargas de bullying escolar naturales en una chica poco acostumbrada a la escolaridad. Después hay un impase panteísta de amor por la naturaleza que la jovencita siempre añoró desde su celda-hogar, la amistad con el hijo de la sheriff y con un cazador de lobos, de presencia excéntrica.
La ultima parte trae la aparición fantástica y un cambio que no revelamos, que arma este rompecabezas poco claro.
Filme entretenido, que con un guion más coherente y siguiendo la línea inicial de horror psicológico hubiera dado mayores réditos, "Criaturas nocturnas", dirigido por el alemán Fritz Bohm, desafortunadamente se bifurca en su objetivo. Abre su argumento en varios brazos y uno no sabe si quiere metaforizar el cambio de la adolescencia con su extrañamiento en actitudes y captación de la realidad, subrayar la fuerza femenina en la lucha con la adversidad o dar un marco real a una mutación fantástica que ocurre al final.

EXPRESIVA MASCARA
El filme tiene buen ritmo, atrae a pesar del desajuste del guion y tiene actuaciones destacadas de Bel Powley y Brad Dourif (Papi), el actor de "Duna" y "El señor de los anillo", que aporta su expresiva máscara y esa voz que da miedo y que le prestó a Chucky en varias producciones. Los efectos especiales, sólo correctos, y una iluminación bastante oscura, impiden en la parte final apreciar en detalle algunos momentos del desarrollo. Opera prima con defectos pero promisorias inquietudes.