Creed: corazón de campeón

Crítica de Mariano Ojeda - El Lado G

La franquicia de Rocky tiene un nuevo coach y, casi de manera sorpresiva, Creed: Corazón de campeón llega al séptimo round con esperanzas de ganar por Knock out.

Rocky Balboa, el film de 2006 que sólo fue creado para manchar la historia del Semental Italiano dentro y fuera del ring, quedó en el recuerdo gracias al estreno de Creed: Corazón de Campeón. El film dirigido por Ryan Coogler renueva la franquicia pugilística más legendaria del cine y la mete derecho en la pelea de los premios Oscar. El joven director vuelve a reunirse con Michael B. Jordan, como lo hizo en la dura y grandiosa Fruitvale Station (2013), para que interprete al joven boxeador Adonis. Éste busca saciar sus deseos de subirse al ring, triunfar y saldar una deuda de sangre con su propia historia, su identidad. Pero para que este joven lo logre, Balboa, la leyenda del boxeo, debe enseñarle lo que es ser un campeón.

La historia se centra en la travesía física y emocional de Adonis Johnson, el hijo de Apollo Creed, impulsada por el joven para ganarse a fuerza de puños lo que le corresponde por ser hijo de uno de los grandes campeones de la historia del boxeo. Pero Johnson no quiere afrontar su desafío con el nombre de su padre por varias razones. Aquí es donde Rocky toma un papel importante en la historia. El ex-campeón italoamericano de Filadelfia ya no desea codearse con la ambición que atrapa a la gente del Boxeo y continúa con su vida de una manera solitaria y dedicada de su restaurante hasta que el joven lo conquista por distintos motivos. Entre ellos, la búsqueda de Adonis por su verdadera identidad, la identificación del más viejo con el joven y esa fuerza interior que resultó tan atractiva para Rocky.

Uno de los méritos de Coogler es cómo diferencia el entorno privilegiado en el cuál creció Adonis y el presente que eligió: la crudeza de las urbes en crisis, la búsqueda de la gloria para salir de aquellas miserias y las diversas capas sociales de Filadelfia que tan bien retrata en la película. La música junto a los chistes que unen a Rocky con las nuevas tecnologías, son los grandes aciertos del joven director, quien estará a cargo de Black Panther, una de las películas de Marvel para 2018.

En las películas de boxeo es sumamente importante la destreza para utilizar la música y el montaje en momentos claves como las escenas de entrenamiento y la pelea en sí. Contrario al resto de la saga, aquí las escenas de pelea sí son creíbles. Coogler utiliza un planteo inteligente: no se queda con lo ya conocido, sino que usa diferentes maneras de filmar una pelea. Por momentos sin cortes, para impregnarle más realismo, y por otros, el clásico montaje que hace progresar la lucha a otra velocidad. El ingreso al estadio y la presentación de los peleadores también lo hace distinguirse de otras películas que retraten el pleito boxístico.

Andre Ward y Gabriel Rosado, posible futuro rival del Canelo Álvarez, son dos de los peleadores que forman parte del film. En este aspecto también se destaca Creed a la hora de meter distancia con las películas de la saga y forman parte de la larga lista de aciertos para el rejuvenecimiento de la franquicia Rocky.

¿Spin-off o remake? Creed: Corazón de Campeón resulta ser un poco ambas. La película, salvando las distancias, deja una sensación similar a la vivida en Star Wars: El Despertar de la Fuerza (Star Wars: The Force Awakens, 2015): se recuperó el espíritu de la saga y se presentaron personajes nuevos que pueden tomar el guante y continuar la historia, pero con Rocky tomando el lugar de mentor. ¿No les suena?

Párrafo aparte para Sylvester Stallone y el desafío de interpretar de nuevo a Rocky como el entrenador de un joven que perdió a su padre antes de nacer. Cabe recordar que el hijo de Sly murió a los 36 años en 2012, y por este motivo el actor estuvo cerca de no aceptar el papel. Pero luego de dos años a pura insistencia por parte de Coogler, se dio el gusto y volvió a Filadelfia, volvió Rocky. Pese a las criticas de su entorno por tomar el personaje, el desafío de volver al cuadrilátero le significó la mejor recompensa: ganador de un Globo de Oro y nominado a Mejor Actor de Reparto en la próxima entrega de los Oscar. Su papel es conmovedor y la magia continúa intacta. Es más, sin lo vicios que convertían a Balboa en un personaje forzado, y por momentos inverosímil, la versión 2015 llega al corazón junto a Adonis Creed: juntos forman una de las duplas más conmovedoras de los últimos años.