Creed: corazón de campeón

Crítica de Carlos Manuel Horazzi - Citricón

Creed, se podría denominar la séptima entrega de la saga de Rocky, y tal vez lo más inteligente que hicieron las personas responsables de la cinta, fue no hacerlo.

La película empieza mostrando a un chico que esta en un correccional para menores, peleando, en un ambiente duro… A este chico lo visita una mujer, que dice saber quien es su padre, y cuando el pregunta el nombre, antes que le responda aparece el titulo de la película: “Creed”.

De esta manera, el director Ryan Coogler (Fruitvale Station) deja claro quien es el protagonista de la historia, el protagonista es Adonis Creed, hijo de Apolo, primer rival de Rocky y posterior amigo/hermano del Marañon Italiano.

Años después, viviendo con todas las ventajas que el dinero trae, Adonis decide renunciar a su comodidad para perseguir una pulsión interna que lo consume: ser boxeador.

Esa es la premisa principal del relato que nos trae nuevamente a Rocky Balboa, pero esta vez como entrenador (hagamos de cuenta que Rocky 5 no existio), retirado, sin querer tener nada que ver con ese mundo que tanta gloria, pero tanto dolor le trajo.

La película tiene varias cosas que vale la pena destacar, pero lo principal, es que nos recuerda que Sylvester Stallone ES UN BUEN ACTOR. La saga de Rocky y Rambo transformaron a Sly en una estrella mundial, pero la saga también opaco dos cosas: uno, las primeras entregas de ambas (Rocky 1, y Rambo 1) son peliculones, y se lo discuto a quien quiera, y dos, de alguna manera encasillo a Stallone en el rubro de Actores mediocres, que solo puede hacer una sola cosa.

Quitando el hecho que es un excelente guionista y director (en su haber cuenta con 28 guiones filmados, que incluyen títulos como Rocky, Rambo, F.I.S.T., Staying Alive, si la de Traolta, y 8 películas dirigidas) si no vieron las sagas, vean Copland para ver de lo que es capaz este hombre.

Y la actuación en Creed, nos recuerda esto. El Stallone de esta cinta es el mejor Stallone. Es sinceramente hipnótico ver su interpretación de este hombre que conocemos como algo más grande que la vida misma, invencible, inquebrantable, en ese momento de su vida, en el ocaso del luchador. Cada vez que aparece transmite emociones, y logra el sentimiento familiar que es necesario para unirnos al personaje de Adonis e invertir en su historia.

Otro de los puntos que vale la pena destacar, es que cambia de alguna manera la dinámica de este tipo de sagas, ya que no es un chico pobre tratando de superar la adversidad, sino que es un chico dejando la bonanza que los demás persiguen, para conseguir su sueño, y de alguna manera, demostrar que es el hijo de su padre.

Bien dirigida, bien escrita, usando sin explotar demasiado la nostalgia que sentimos por estos personajes, bien actuada por todos, y excelentemente actuada por nuestro Rocky, esta película es una suerte de reseteo para esta saga, y un reseteo más que bienvenido.