Cracks de Nácar

Crítica de A. Degrossi - Cine & Medios

Sin transpirar la camiseta

Dos hombres grandes, con reconocidas carreras, exitosos en lo suyo, que andan en algo raro. Estos dos veteranos encienden la mirada ante el montón de botones que se ofrecen en una feria. Sí, botones, los que bien pueden estar en un saco o en una desabillé, o un fino tapado. Botones que ya no tendrán cita con ningún ojal, sino que luego de ser prolijamente pulidos y sellados pasarán a formar parte de un equipo de fútbol, con la posibilidad de ser, tal vez, un crack.
Rómulo Berruti y Alfredo "el pingüino" Serra comparten desde la infancia la pasión del fútbol de botones. Cada semana se juntan para jugar un partidito, en el que cada uno comanda su equipo de once jugadores formado por botones cuidadosamente seleccionados, algunos de ellos con décadas de antigüedad. Este documental muestra con gracia y buen ritmo, además de en forma muy didáctica, en qué consiste este juego, además de dar una pincelada sobre la vida de estos dos exponentes del periodismo argentino.
Hacia el final se plantea un desafío intercontinental, el que lamentablemente no tiene resolución para el público, dejándolo con las ganas de un resultado y la resolución de un misterio.