Cosmopolis

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Hace mucho tiempo, en una galaxia no tan lejana, las películas del director David Cronenberg se esperaban con ganas y cuando llegaban al cine uno disfrutaba de sus trabajos en la pantalla grande.
Nos referimos a un artista que nos brindó clásicos memorables como The Brood (Cromosoma tres), Scanners, La mosca (una de las mejores remakes en la historia del cine), El almuerzo desnudo y Exitenz entre otras buenas películas.
Ahora bien, cuando uno creía que Cronenberg no podía realizar un film más aburrido que su última producción, Un método peligroso, el realizador se superó a sí mismo y vuelve a sorprender con otro bodrio infumable que difícilmente se destaque entre los grandes logros de su filmografía.
Parecería que Cronenberg estuviera tratando de demostrar (algo que no necesita) que en realidad es un cineasta maduro que puede hacer filmes inteligentes y profundos y elige estos proyectos pseudo intelectuales que no son otra cosa que un ejercicio de masturbación cinematográfica.
En este caso ofrece una historia que no va ninguna parte con un personaje protagónico absolutamente insulso y anodino, cuya vida y experiencia no logra generar ningún tipo
de interés durante todo el conflicto.
El problema de Cosmópolis es que cae en la pretensión de brindar una crítica profunda del mundo de las corporaciones, la crisis financiera y el capitalismo, que se pierde con una trama horrenda, que no es otra cosa que un collage de escenas con diálogos intrascendentes que convierten a esta producción en un tedio absoluto.
Ya sabemos que Robert Pattinson es de madera y eso no va a cambiar así trabajara en una película dirigida por el fantasma de Orson Welles.
Sin embargo, acá brinda un trabajo correcto en el que no hay muchos motivos para pegarle porque está bien en el personaje.
Claro que el empresario que interpreta, Erick Packer, es un muerto vivo y eso le facilitó la tarea, pero en realidad él no es el problema de Cosmópolis, sino el argumento.
Es muy difícil hacer un film interesante con personajes que no despiertan ningún tipo de atractivo y encima la trama tiene un comentario social tan burdo y previsible como la campaña antidroga de Fleco y Male en los ´90.
Ojalá algún día regrese otra vez el viejo David Cronenberg que solía brindar películas apasionantes.
Cosmópolis es un bodrio para el olvido.