Cosa voglio di più

Crítica de María Eugenia D'Alessio - A Sala Llena

Cuando la razón gana a la pasión

De manera intimista el director se mete en la piel de Anna, la protagonista de una historia pasional que habla de insatisfacción personal y falta de motivación.

Con una vida normal, un trabajo estable y un compañero de vida ideal –comprensivo hasta en los momentos más difíciles- Anna se da cuenta de que algo le falta. Puede ser un hijo (o las ganas de agrandar su familia); o quizás la pasión propia de los comienzos de cualquier relación, perdida en su caso luego de un largo tiempo de convivencia. El vacío lleva a la inconformidad y sale a la luz cuando se cruza en su camino un hombre cualquiera –Favino interpretando a Doménico, un hombre casado con dos hijos- que logra despertar en ella el enardecimiento que tenía olvidado.

A partir del momento en que la protagonista se anima a cruzar la barrera de los límites nada vuelve a ser igual. El nerviosismo al mentir para tener tiempo extra con su amante, el miedo a ser descubierta y los sentimientos encontrados que se debaten en su interior y no le permiten tener la mente clara se notan en su rostro y su cuerpo. Rohrwacher lleva a su propia piel lo que le pasa a su personaje; parece sufrir en carne propia la angustia que le causa la situación y todo queda plasmado en los planos medios que dominan el film.

Cosa Voglio di più es un enredo frecuente –de hecho, basada en una historia real- enfocado en el punto de vista de una mujer que quizás nunca se hubiera imaginado a sí misma en semejante situación. Justamente es ese punto lo que la hace más interesante: todo lo que ella vive, siente, se cuestiona y lo que descubre de sí misma; su manera de ver y vivir cada paso que va dando y, finalmente, la decisión que toma.

El film está lleno de detalles que se descubren en las tomas de ciertos momentos en la vida cotidiana de la protagonista. Hay silencios que hablan por sí mismos y diálogos que en pocas líneas dicen mucho. Por otro lado, la situación socio económica italiana está siempre presente, como un personaje más. La actuación de Rohrwacher es muy buena, al igual que la de Giuseppe Batiston –en el papel de Alessio, el esposo de Anna-; no tan así la de Favino, que si bien interpreta correctamente su papel no está a la altura de su compañera. Sin embargo, el trío funciona.