Cosa voglio di più

Crítica de Blanca María Monzón - Leedor.com

Silvio Soldini posee una particular preocupación, por las relaciones humanas entre hombres y mujeres y sus sueños. Constante, que se da en toda su filmografía, desde Un´anima divisa in due (1993), donde Fabrizio Bentivoglio obtuviera el premio al mejor actor en el Festival de Venecia.

Su reconocimiento internacional lo obtuvo con Pan y Tulipanes (2000), su primera comedia, donde Rosalba, una ama de casa de Pesara, que queda olvidada en un área de servicio, se encuentra de repente yendo hacia Venecia (su sueño), quien se atreve a hacer una aventura de su vida, concentrándose en el ahora, tomando una decisión a la cual se animan unos pocos. Tobías, en Brucio nel vento (2002) quien desde una depresión, se refugia en la escritura, mientras sueña con una mujer imaginaria, que luego se materializa en Carolina, una amiga de la infancia, cuyo amor, en un pasado imposible, se transforma en su única razón para vivir. Ágata e la tempesta (2004) donde una mujer de 44 años establece una relación pasional inesperada, con un hombre mucho menor que ella. O la más reciente Giorni e Nuvole, estrenada como Sonrisas y Lágrimas (2007), un drama familiar donde el marido pierde su trabajo, ella acaba de graduarse, su hija acaba de cumplir 20 años y ve la oportunidad de dedicarse a lo que siempre soñó… La tensión reside en que la pareja subsista o se descalabre…finalmente el amor vence a la adversidad.

En Cosa voglio di piu esta preocupación y su trabajo crecen. Soldini acentúa la mirada hacia sus personajes, no con fines ni sicológicos, ni sociológicos, sino con una participación afectiva más íntima.

Hay muchas maneras de contar una historia de amor. Soldini elige la cercanía de una cámara fija o móvil, en un estrecho contacto, con las caras, los gestos, las miradas, las respiraciones. Dando cuenta de cada una de sus reacciones y acciones; de sus miedos; y de esa fuerza, que siempre se mueve entre el miedo el sexo, que es la Pasión.

Una fuerza que arrasa con el sentido común y que contiene una violencia irreprimible, casi como el nacimiento del hijo de la hermana de Anna, la protagonista del film y la segunda escena del mismo.

El conflicto económico planteado en Giorni e Nuvole (2007), allí determinante. Acá aparece lentamente, va in crescendo, y está presente no sólo en ellos, sino en el contexto familiar de ambos.

El amor es la pulsión fundamental del ser, la libido que empuja toda existencia a realizarse en la acción. El tema es que muchas veces este aparece de improviso, como un juego, una curiosidad hacia ese objeto donde luego se posa el Deseo, imposible de mover. Territorio, que se parece a un puente que todos quieren cruzar, donde se puede perder el alma o encontrarla. Es que los puentes unen y a la vez separan. Y los límites, no son sólo los límites de nuestros cuerpos y de nuestras almas.

¿Y cómo son esas almas? Algunas veces armonía de los contarios y otras, unión de los semejantes, pero siempre y en todos los casos deseo de la unidad.

Lo cierto es que esto que podría analizarse desde la metafísica, pasando por la sicología, hacia la física. Es algo que felizmente les ocurre a los mortales, que es enamorarse. El inconveniente de este sentimiento, que muchas veces se parece a una enfermedad, por el grado de obsesividad que genera, puede lastimar a los que los rodean. Las relaciones amorosas paralelas, suelen ser difíciles, más aún cuando se tienen problemas económicos. Caída brusca hacia una realidad, que muchas veces los determina.

Anna es una buena persona, que vive con su pareja en una cálida armonía, hasta que aparece Doménico, un hombre casado con dos hijos pequeños y con una apretada situación económica.

Ambos se debaten entre la pasión y la tortura que genera la culpa. Acontece, que aquello con lo que se ha fantaseado toda una vida irrumpe de pronto… y no siempre es el tiempo adecuado y los amantes no se juegan del mismo modo.

Anna y Doménico atraviesan una profunda crisis, donde las certezas de sus vidas tambalean. Sus vidas juntas son dos horas por semana en un hotel, y la angustia de ambos crece, hasta que Anna decide que se merece algo más…

Cosa voglio di piu es un film bello y conmovedor, sobre un universo pequeño y cotidiano, que habla y muestra la intimidad de una pareja en ese momento mágico, que es conocerse y reconocerse en el otro. Pero da cuenta también del dolor, que causa precisamente en los amantes, cuando ambos se corren, de lo que suponen es el centro de sus vidas, al mismo tiempo que reconocen la imposibilidad de dar curso a sus sentimientos, porque no pueden armar un proyecto común. Porque el verdadero drama lo viven sus protagonistas con su estremecimiento; exaltación; pasión y su deseo de fusión imposible, de catástrofe y contradicciones.

Dos excelentes actuaciones para destacar, y dos instantes, dos miradas para subrayar, que prefiguran el final, (en todo caso siempre es la mirada, la que determina el giro del personaje) la de Domenico (Pier Francesso Favino) cuando emerge del agua en la pileta y mira a Anna, que lo observa desde la grada. Y Anna (Alba Rohrwacher) en el balcón mirando a dos mujeres sacudiendo unas alfombras, pasando de la tristeza, al recuerdo, luego esbozando una sonrisa, mientras sus ojos se corren lentos y seguros hacia el horizonte.

“Fui inspirado a hacer este film por dos cosas diferentes:

“El deseo de tener una mirada real de las personas, y relatarlo desde el interior, desde un ángulo acerca de lo que puede sucederle a la gente común; y el deseo de taclear la historia de un amor apasionado en el sentido más directo posible, siguiendo a los personajes ensu viaje emocional, estar bien cerca de la verdad en cada momento.”

“Todo comenzó cuando una amiga mía,que trabajaba de secretaria me contó acerca de lo que estaba viviendo, por primera vez en su vida”.