Contra lo imposible

Crítica de Alina Spicoli - Estrelladas TV

Dos amigos frente a la adversidad

“Contra lo imposible” (Ford v Ferrari, 2019) es una película biográfica de drama y acción dirigida por James Mangold (Inocencia interrumpida, Logan) y co-escrita por Jez Butterworth, John-Henry Butterworth y Jason Keller. Protagonizada por Matt Damon y Christian Bale, el reparto se completa con Josh Lucas (Una mente brillante), Tracy Letts (Lady Bird), Caitriona Balfe (Outlander), Noah Jupe (Un lugar en silencio), Jon Bernthal (Baby driver), Ian Harding (Pretty little liars), Ray McKinnon, entre otros. El filme tuvo su premiere mundial en el Festival de Cine de Telluride que se realizó a fines de agosto.

Ambientada en la década de los 60, la historia gira alrededor de Carroll Shelby (Matt Damon), un diseñador de autos que es contratado por Henry Ford II (Tracy Letts) con el objetivo de construir un vehículo de carreras ultra veloz que pueda vencer al legendario Ferrari en las 24 Horas de Le Mans, corrida de resistencia más prestigiosa del mundo que se realiza en Francia. Al estar en quiebra, Ford busca marcar tendencia en el automovilismo, tarea complicada teniendo en cuenta que Ferrari se alzó con la victoria de Le Mans en 1958 y cada año desde 1960 a 1965. Con muchas dudas, Shelby tiene algo muy en claro: el piloto debe ser el profesional Ken Miles (Christian Bale), veterano de guerra y hombre de familia que no se encuentra en un buen momento económico a pesar de sus grandes habilidades. Cuando Carroll le comunique a Ford que Miles es el piloto indicado para ganar la carrera, la empresa no estará para nada conforme debido a que Ken no resulta una buena imagen para la marca. De esta manera, Carroll Shelby se encontrará ante una encrucijada decisiva.

Divertida, apasionante y adrenalínica, “Contra lo imposible” es de esas películas que da placer ver en la pantalla grande por muchísimos motivos. Por empezar, el filme de dos horas y media de duración nunca llega a sentirse pesado ni aburrido gracias a un guión súper bien construido que mantiene enganchado al espectador desde el inicio, logrando que el tiempo vuele al estar sumamente interesados en lo que les ocurre a los personajes principales. En cuanto a éstos últimos, el director se toma su tiempo para presentárnoslos, por lo que la empatía se genera de inmediato al conocer sus esfuerzos, ambiciones y dificultades.

Tanto Christian Bale como Matt Damon brillan en esta producción en la cual no se necesita conocer nada sobre el automovilismo para poder disfrutarla. Ahí es donde recae uno de los grandes aciertos de la obra: James Mangold no quiso contar otra historia de carreras más, sino que su prioridad fue reflejar el lado humano de estas personas que tenían en su contra a la propia empresa donde trabajaban. Aunque el título que se decidió darle en Argentina no es acertado, tampoco lo es el original, ya que Ferrari no es tan importante en el relato como sí lo son los chanchullos dentro de la corporación Ford.
Más que versus Ferrari, la película es una muestra de la amistad de dos trabajadores que están dentro de una empresa que no los valora por dar mayor importancia al marketing y al negocio.

La dupla compuesta por Ken Miles y Carroll Shelby funciona a la perfección porque, a pesar de tener personalidades opuestas, lo dos dan todo de sí para cumplir un único objetivo. Mientras que Miles es impulsivo, peleador e irrespetuoso, Shelby es más estratégico y calmo. Complementados, son dinamita.

Los personajes secundarios tampoco se quedan atrás. Josh Lucas como Leo Beebe, ejecutivo de Ford, consigue ser un villano tan detestable y embaucador que dan ganas de meterse en la pantalla a pegarle una trompada. Por otro lado, Caitriona Balfe interpreta a Mollie, esposa de Ken que no tiene miedo a expresar lo que piensa en un ambiente sumamente masculino. Sin embargo, el que más se destaca es el niño Noah Jupe, que encarna al hijo de Miles. La relación con su padre está desarrollada de una forma bellísima, siendo el nene el que otorga la cuota emocional genuina desde sus transparentes gestos y preguntas.

Si decidís ver esta película por las carreras de autos, también vas a salir de la sala satisfecho ya que las secuencias de las diversas corridas son alucinantes. Con una edición de sonido impecable y unos planos vertiginosos, las competencias están tan bien filmadas que ni siquiera vas a tener ganas de pestañear para no perderte nada de lo que ocurre. Los percances, las condiciones climáticas y la presión forman parte de un evento inigualable y atractivo que también puede llegar a ser fatal.

Con una dirección grandiosa, un guión excelente, actuaciones a la altura de las circunstancias y una fotografía que por sí sola merece ser apreciada en cine, “Contra lo imposible” sin lugar a dudas se convierte en una de las mejores películas del año. La camaradería entre Shelby y Miles es el centro de esta historia bien ejecutada que debería contar con varias nominaciones en las próximas premiaciones.