Contagio

Crítica de Damián Serviddio - Suplemento Espectáculos

En Hong Kong, Beth (Gwyneth Paltrow) se encuentra a punto de embarcar rumbo a su hogar en Minneapolis. Antes de subir a su vuelo, hace una pequeña llamada telefónica en donde confiesa no sentirse del todo bien: tos, náuseas, síntomas típicos del jet lag. Pero estos indicios serán el comienzo de una pandemia que no conocerá de fronteras. Nos encontramos en el segundo día de la enfermedad más mortal de la era moderna.
Dos días después, Beth muere y su esposo (Matt Damon) es contactado por personal del Centro de Control y Prevención de Enfermedades norteamericano (Kate Winslet y Lawrence Fishburne) ya que hasta ahora ha sido la única persona en no infectarse habiendo estado expuesto al virus. Las muertes en Chicago, Londres, París, Tokio y Hong Kong ascienden a 26 millones y este virus biológico desconocido por la sociedad científica continúa mutando.
Mientras un blogger (Jude Law) declara que al público no se le está diciendo la verdad sobre lo que realmente está pasando, una empleada de la OMS (Marion Cotillard) viaja a Oriente para desentramar el origen de la plaga que amenaza con extinguirnos del planeta.

Inspirada seguramente por los recientes hechos relacionados con el virus H1N1 y la paranoia que el mismo generó, “Contagio” se involucra con las espantosas ramificaciones de la propagación de una enfermedad a escala global y con todos los interrogantes que surgen de allí en más. ¿Cómo se contiene una pandemia de esta envergadura? ¿Qué pasaría si nos enfrentáramos a una enfermedad sin tratamientos ni vacunas? ¿Hasta qué punto las compañías farmacéuticas son responsables de los virus que se propagan por el mundo?

La desesperación no conoce de sociedades del primer mundo: frente al caos somos todos iguales. La sensación de desolación y fragilidad ante un enemigo invisible es aterradora. El filme cuenta con escenas muy fuertes no recomendables para después de cenar: la descompensación, muerte y autopsia del personaje de Paltrow es una secuencia que sirve de ejemplo. El sello distintivo del director Steven Soderbergh, en la puesta en escena y en el montaje, hacen que celebremos cada uno de sus nuevos trabajos.