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Crítica de V. De Grossi - Cine & Medios

Que viene el Alien

En el pequeño pueblo de Nome, en Alaska, algo está sucediendo para poner en alerta a un psiquiatra reconocido. Sus experimentos se truncan con su propia e inesperada muerte; es su mujer, también psiquiatra, quien decide retomar el trabajo de campo inconcluso. Y en plena sesión de hipnosis con uno de los tantos pacientes.
En cuestión de días (no; de horas), la pequeña localidad es avasallada por sucesos frenéticos y violentos que tienen como protagonistas a los pacientes de la doctora Tyler, que pasa a estar en la mira de la policía en calidad de sospechosa. De nada sirve que la doctora esgrima su condición de víctima de las circunstancias (incluso tiene a su hija menor psicológicamente ciega, desde la muerte del padre); con la prosecución de las sesiones de hipnosis, se multiplican los incidentes y pronto queda al descubierto para Abby una realidad terrible: seres de otro planeta están abduciendo pobladores en Nome para sabe Dios qué experimentos.
Sí: hay demasiados nuevos productos de género (terror) en danza, con pretensiones de cinema verité. La cámara oculta en "Actividad Paranormal" era apenas una reedición de aquella otra, más movida y espontánea, en "El proyecto Blairwitch". Diez años después de esta última, incluso los grandes directores se vieron tentados de incursionar en un nuevo estilo de cine realista. El espectador difícilmente se deje engañar; a tal efecto, y para filtrar esa susceptibilidad inicial, el director Osunsanmi divide la pantalla y a su personaje principal, la doctora Abigail Tyler, en dos. Por un lado, la "auténtica" doctora; por el otro, su intérprete en la ficcionalización de los supuestos hechos reales, Milla Jovovich.
El resultado es una propuesta de crescendo interesante, con base en el impacto de las imágenes "de archivo" y en la posibilidad de sugestión del espectador. Si este segundo factor falla, el producto se revela endeble y por momentos, ridículo. Sin embargo, hay algo muy inquietante en la elección de la figura protagonista y la forma de encuadrarla, alternativamente en el tiempo real del relato (una entrevista conducida por el propio director del filme) y en el ficticio. Con unos minutos de menos y algo de crédito por la inteligencia del espectador promedio, sería un filme ideal para quienes se interesan en las más modernas variantes del género.