Condorito

Crítica de María Paula Putrueli - A Sala Llena

El pollo farsante

Es posible que el público de corta edad al escuchar sobre Condorito no sepa más que lo que refleja el trailer promocional de la película. O sea, la historia de un pájaro algo desfachatado y atorrante, quien pasa sus días entre sus amigos del barrio, su querido sobrino Coné, su hermosa novia Yayita y la familia de ésta, con quien no se lleva tan bien (sobre todo con su suegra Tremebunda), y su rival de siempre, Pepe Cortisona, quien intenta continuamente robarle a su amada Yayita.

Pero Condorito es mucho más que un pájaro y su circunstancia: es el emblema del comic chileno y es, junto con la formidable Mafalda de Quino, la historieta sudaméricana con mayor difusión en Latinoamérica. Su creador, René Ríos Boettiger (mejor conocido como Pepo) dio vida a su famosa criatura allá por el año 1949, y desde entonces las aventuras del pájaro y sus amigos se han convertido en un ícono de la cultura latina.

Con la importancia de tal personaje, la espera y ansiedad por darle vida animada se hizo desear, y tras algunos intentos de capítulos animados y adaptaciones a diversos formatos, llega finalmente la película con tecnología 3D, la cual supera ampliamente las expectativas en relación a la calidad técnica pero deja mucho que desear en la línea argumental.

Si algo destacaba en las clásicas historietas era ese humor llamado blanco; es decir, aquello que se resolvía con situaciones desopilantes, de una manera ridícula o extraordinaria, a través de los estereotipos bien marcados de cada personaje. En la apuesta cinematográfica, el estilo de humor se mantiene pero no funciona, si bien la presencia del protagonista y sus rasgos característicos se siguen al pie de la letra: un pájaro buscavida que solo quiere pasárselo bien, unos amigos que siempre están allí para acompañarlo y salvarlo, el tonto, el borracho, el intelectual, el compañero, y claro su escultural novia y el enemigo adinerado que busca arrebatársela.

Retomando con la trama, el guión propone iniciar desde un antepasado de Condorito, dueño de un amuleto poderoso, quien mucho tiempo después es anhelado por un torpe y ambicioso extraterrestre, Molosco, el cual planteará la misión que ocupa casi todo el relato. Condorito, junto a su sobrino Coné, deberá embarcarse en la aventura de conseguir dicho amuleto para intercambiarlo por su desagradable suegra y recuperar al amor de su novia.

No sucede mucho más que chistes equívocos, momentos de torpeza narrativa, personajes forzados, homenajes que se vuelven tan expuestos que bordean el plagio (la escena donde los alienígenas se llevan a Tremebunda es copia exacta del capítulo de Los Simpsons donde los seres del espacio intentan llevarse a Homero y el sobrepeso de éste se los dificulta). También hay referencias a distintas películas clásicas como la saga de Star Wars, Titanic (1997), Señales (Signs, 2002), La Momia (The Mummy, 1999), Top Gun (1986). Este detalle denota un equipo joven a la hora de guionar la propuesta, pero que poco pudo captar de la esencia gloriosa que envuelve a Condorito, esas historias de barrio, de picardía, el bar con amigos, la ingenuidad, la torpeza devenida en situación disparatada, toda la magia que la tira cómica supo regalarnos durante años y que en esta oportunidad brilla por su ausencia.