Con pecados concebidos

Crítica de Susana Salerno - N3F

Una película que viene de uno de los países que pertenecieron a la antigua Yugoslavia, con toques de sátira, absurdos y contenidos para reflexionar.

El protagonista del film (que a lo largo de su relato habla a cámara, buscando cierta complicidad del espectador) es el padre Fabijan (Kresimir Mikic), un joven y entusiasta que llega a la isla adriática de Dnevnik, y al poco tiempo de estar allí descubre que la población de esa pequeña comunidad se está reduciendo porque casi no hay nacimientos, por el contrario sus habitantes toman todas las prevenciones para que esto suceda. Nota que su antecesor, el padre Jakov (Zdenko Botic), mira un poco para otro lado y con el correr de la cinta obtendremos algunas respuestas.

Al padre Fabijan, después de una confesión, se le ocurre una brillante idea. Para eso debe contar con la ayuda del kiosquero del lugar Petar (Niksa Butijer) y un delirante farmacéutico Marin (Drazen Kuhn), con este último cambian las píldoras anticonceptivas por vitaminas. El cura y el kiosquero se encargan de pinchar cada uno de los preservativos que se venden y de esta forma piensan recuperar el crecimiento de la población y evitar el pecado. Da como resultado varios nacimientos a tal punto que terminan siendo noticia, como un lugar bendito y el lugar se llena de turistas porque las parejas con problemas de fertilidad allí tienen la solución. Y hasta llega el obispo, (resulta genial la escena cuando llega de visita y todo lo que después sucede).

Comienzan a ocurrir una serie de situaciones complejas; un recién nacido abandonado en la casa del cura, embarazos no deseados, la locura del farmacéutico que es un ex combatiente, xenófobo, fóbico de los serbios y musulmanes, la mayoría de los hombres son machistas arcaicos, la mujer estéril que acepta un bebé haciéndose pasar por la madre, una dosis de muerte y varios momentos alocados.

Es una historia coral sencilla que resulta divertida, dinámica, llena de enredos, con una buena dosis de humor negro y ácido, una gran diversidad de personajes que se burlan del nacionalismo y el patriotismo. Contiene una inteligente crítica a la Iglesia católica (hay que tener en cuenta que Croacia es un país católico). Resalta la ironía y la hipocresía, los casos de pedofilia en la Iglesia, con un toque del cine de Kusturica. Contiene buenos diálogos, se hace alguna referencia a la guerra de Bosnia, te lleva a la reflexión mostrando que todos tenemos una parte oscura o algo que ocultar y tiene un final que invita a la reflexión.

Cabe destacar que este film es la segunda cinta más vista de la historia de Croacia, además se exhibió en el Festival Internacional de Karlovy Vary y consiguió una nominación a la Mejor Película Cómica en los Premios de Cine Europeo de 2013.