Con pecados concebidos

Crítica de Alejandro Lingenti - La Nación

La fertilidad a orillas del Adriático.

Gran éxito de taquilla en su país (es el segundo film más visto en la historia de Croacia), esta película aborda paródicamente algunos de los temas en los que la Iglesia Católica tiene, desde hace años, posturas decididamente polémicas. El punto de partida es deliberadamente bizarro: en una pequeña isla a orillas del Adriático, un sacerdote joven y de escaso carisma que sustituye a otro más experimentado y popular se asocia con un quiosquero grotesco y presionado por su conservadora esposa para urdir un extravagante plan destinado a fomentar la natalidad. La idea que se les ocurre no parece del todo responsable: pinchar los preservativos que se venden en el quiosco. De ahí en más el pueblito se transforma en un atractivo para parejas con problemas de fertilidad. Muchos de los personajes tienen un tono felliniano, y la utilización insistente de grandes angulares y subrayados musicales agiganta su color farsesco, que oscila entre la comedia disparatada y denuncias pesadas para el catolicismo como la pedofilia y el aborto. El abrupto cambio de tono hacia el final -de la sátira y la caricatura al drama con tintura ética que también incluye conflictos políticos, étnicos y religiosos balcánicos- no colabora demasiado con la consistencia de la película, que despertó encendidas acusaciones en su país: una de las máximas autoridades del catolicismo croata la definió como "un trabajo de gays, lesbianas y comunistas", un desplante que el director Vinko Bresan perfectamente podría haber incluido en su ficción.