Cómplices

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Drama policial algo incómodo pero eficaz

Se ruega no confundir este drama policial franco-suizo con el drama provincial bonaerense de Néstor Montalbano, con Jorge Marrale, Oscar Martínez y un perro de desgraciado final, aunque ambas historias tienen un punto en común, además del título. El punto, es que las malas compañías hacen perder la inocencia y llevan al crimen.

En el caso que ahora nos ocupa, dos criaturas que apenas rondan los veinte años se meten alegremente en problemas. Ella, totalmente enamorada. El también, al punto de que un día le confiesa su verdadero oficio: acostarse por dinero con tipos grandes. Por razones que solo el corazón y la perversión saben, empiezan a trabajar juntos. Un cafisho de la misma edad, algunos clientes, una madre demasiado confiada y dos policías completan la trama. Los policías deben investigar la muerte del muchacho.

Cualquiera es sospechoso, incluso la niña enamorada. La película hilvana sus dos meses de felicidad, aventura y locura, y la semana que les lleva a los pesquisas descubrir las diversas verdades que hay detrás de un cuerpo muerto. Porque nunca hay una sola verdad, ni un solo modo de repartir culpas y castigos.

Historia bien hecha, de escenas ocasionalmente incómodas y final medianamente feliz, adolece de algunas licencias perdonables, propias del género policial, y se beneficia con un buen director, el debutante Fréderic Mermoud, y un buen elenco, encabezado por los prometedores Cyril Descours y Nina Meurisse, que ponen el cuerpo, y los ya cancheros Emanuelle Devos y Gilbert Melki. Mínima, precisa e impagable la expresión de éste, algo así como «Hay que ser b...» cuando la madre de la chica le dice que a veces se drogan juntas.